La Diputación de Barcelona, dispuesta a ofrecer un crédito de 1.000 millones a los afectados por los incendios

La Diputación de Barcelona está dispuesta a conceder un crédito de 1.000 millones de pesetas a los afectados por el incendio del pasado 18 de julio en las comarcas del Bages, el Anoia, el Solsonès y la Segarra, para que puedan constituir una plataforma sólida que almacene y comercialice la madera que se quemó. Los agricultores afectados habían pedido personalmente a Jordi Pujol que les diera esa ayuda, pero la Generalitat no ha accedido a la petición y ha mantenido la política de ayudas que aplicó en los incendios de 1994. El Gobierno catalán, de acuerdo con el Gobierno central, subvencionará el interés de los créditos que soliciten las empresas madereras para comprar y almacenar los árboles quemados. Los afectados, reunidos en torno a la Asociación de Defensa Forestal Natura Viva, y el sindicato Unió de Pagesos afirman que la ayuda de la Diputación les permitirá convertirse en un colectivo fuerte, capaz de comercializar paquetes importantes de madera, lo que debe servir para rentabilizar al máximo la venta. Los afectados veían con preocupación que sólo los empresarios recibieran ayudas, porque se sentían en una situación de debilidad que no existirá si logran unirse. Más del 50% de los afectados se muestran en principio de acuerdo con la idea de agruparse. La ayuda de la Diputación de Barcelona aún no está confirmada porque el organismo provincial esperaba compartir el esfuerzo con la Diputación de Lleida o con la Generalitat, pero estas administraciones no han dado respuesta a las peticiones. La Diputación de Barcelona está dispuesta a ofrecer la ayuda en solitario, pero tiene dos problemas: el primero, que una parte de su ayuda saldría fuera de su ámbito provincial; el segundo, que hay impedimentos administrativos para conceder ayudas directas a los afectados. En este caso, Natura Viva ya se ha ofrecido a constituirse en órgano gestor. El apoyo de la Diputación surgió a raíz de la visita de carácter privado que Pasqual Maragall, candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, hizo a la zona poco después de los incendios. Maragall escuchó la petición y la trasladó a la Diputación. Los 1.000 millones se deberán retornar en tres años, sin intereses.