Planes y ex planas

Es bueno que se multipliquen los debates, cuanto más vociferantes mejor: te impiden llegar al nudo del asunto. Imaginen que ahora mismo tuviéramos que alcanzar la urdimbre de todos los temas que bullen entre nuestras orejas, incluido eso de que cada partido asegura tener un plan para negociar con los terroristas. Experimentos con gaseosa.Quien sin duda sí tiene un plan es Hillary Rodham Clinton, que en la irlandesa localidad de Limerick se ha hecho con un arma doméstica arrojadiza de material y proporciones ideales (véase foto), realizada presumiblemente por el Lladró local, que debe de ser un sádico estilo Kathy Bates en Misery. Vean con qué gozosa sonrisa de viuda de Viagra acoge la dama tal iniciativa. A Hillary se le nota la crisis en que, como la mayoría de las mujeres cuando nos hundimos, ha dejado de ir a la peluquería. Al revés que el ministro (de Industria) con chorreras (portavocía) Piqué, que (cómo suena de redundante poner que después de Piqué, o antes) cada mañana comparece con los lóbulos y sus alrededores como recién lamidos por una pareja de sofisticados caniches. Debería dejarse una crestilla más airosa, un toque terrorífico marginal a lo David Lynch.

Porque tanta lisura resulta inquietante, sobre todo en momentos en que los más renombrados modistas del mundo han decidido que las mujeres vuelvan a ponerse las tetas que les arrebataron hace un par de temporadas, antes de obligarlas a caer en la anorexia para quedarse planas y, finalmente, ser conducidas en limusina al cementerio. Gucci usa ahora la imagen de una modelo rotunda y dura que se parece a Úrsula Andress antes de que la refinara John Derek, y la señorita X de los expedientes, Gillian Anderson, diseñada carnalmente como un ser humano, posa muy complacida para Ungaro. Extraña sociedad ésta en la que las mujeres dependemos de modistas que de pequeños odiaron a su madre (resultado: Victoria Abril vestida por Gaultier) o la amaron tiernamente (resultado: Audrey Hepburn ataviada por Givenchy). Me estoy poniendo plástica en legítima defensa, porque, en cuanto acabe de escribir, enchufaré TVE-1 para ver Pelusa, que el amigo Parada echa (echó) en su Cine de barrio. Me llamarán aberrada, pero los ingenuos son ustedes: todos vivimos en el plan Pelusa, nos guste o no. Mira por dónde, Espartaco murió como a mí me gustaría: rodeado de los suyos -después de hablar con su mejor amigo- y pidiendo música para su entierro; con la diferencia de que su mejor amigo es cierto alcalde y que su Ayuntamiento pagó el mariachi.

Entre unos y otros se nos está poniendo el Más Allá problemático. Un albur: que el infierno es una tienda de figuritas como la que le han colocado a Hillary en Limerick, con Mar Flores dentro recitando eternamente eso que tan a menudo regurgita en el programa La música es la pista: "Corre-to, corre-to". La gran competidora de Sofía Mazagatos en aportaciones académicas suele situarse a distancias equidistantes entre las dos parejas que concursan, porque confesó: "Tengo que ser parcial completamente". En otra ocasión aseguró que "una salamandra es un anfibio y lo que estamos buscando es un reptil, o sea, una salamanquesa". Eso le ocurre por pasar tanto tiempo con Cayetano leyendo yeguas.

Horrible, un infierno así. Pero reconocerán que el paraíso también se ha convertido en territorio minado. ¿Qué pasa si el Altísimo (hipótesis nada improbable) es también Kathy Bates en Misery y decide destinarnos al sector do moran las bajas marbellíes?

Para finalizar, una buena noticia. Y es que Pedro Erquicia dedicará, el próximo fin de semana, los programas Documentos TV y La noche temática a la emisión de La memoria obstinada y La batalla de Chile, de Patricio Guzmán. Me parece raro que se programen al revés, cronológicamente hablando, pero igual resulta un buen experimento, el de enfrentarnos primero con la pena y las preguntas (ese Chile de hoy, esa juventud desinformada acerca de su pasado, esos rostros convulsos por los dolorosos descubrimientos), para entrarle, a la noche siguiente, a lo que ocurrió. Excelente idea la de programar ambos documentales (magníficos, imprescindibles) coincidiendo con el 25º aniversario del golpe de Estado perpetrado el 11 de septiembre de 1973 por el hoy senador demócrata Pinochet y en el que perdió la vida Salvador Allende.