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La policía detiene a un clan de "narcos" y se incauta de 250 gramos de heroína

La heroína, un narcótico derivado del opio con un altísimo poder para destruir mental y físicamente a sus consumidores, hace unos años entró en recesión en el negro mercado de la drogadicción. Pese a que su tráfico lleva camino de ser residual, porque la misma droga, ayudada por el sida, tiene consecuencias mortales para sus usuarios, periódicamente, la policía anuncia desarticulaciones de redes de traficantes. El pasado día 2, agentes de la comisaría de Can Tunis, ubicada en la Zona Franca de Barcelona, lograron desmantelar un clan familiar especializado en la distribución de heroína, detuvieron a cinco de sus miembros y, entre otras cosas, se incautaron de 250 gramos de caballo, distribuidos en 547 papelinas, en una vivienda del polígono Avillar Chavoro. El tráfico al menor de la heroína suele estar en manos de clanes concretos que ocupan los niveles más bajos de la escala social. En casi todos los casos, estos clanes suelen tener su territorio en zonas marginales de las ciudades en las que venden su mercancía. Es el caso de Avillar Chavorro, unos bloques que albergan una cuarentena de viviendas situadas ante el cementerio de Montjuïc encajonadas por la Ronda Litoral y los muelles de inflamables del puerto de Barcelona. Es Avillar Chavorro, según la propia policía, uno de los supermercados de droga especializados en la venta de heroína. En medio del páramo Su particular ubicación, aislado y lejos de construcciones industriales y residenciales y en medio de un amplio páramo limitado por las altas vallas de las instalaciones portuarias y la ronda, ofrece a los narcos las ventajas de opacidad que éstos necesitan para desarrollar su trabajo con impunidad. Los traficantes de Avillar Chavorro detectan al instante las intenciones de toda persona que, de día o de noche, se acerque al polígono. Por ello, la policía de diario, pero sobre todo cualquier operación de envergadura, es advertida por los clanes en pocos segundos, lo que les da tiempo para poner la mercancía a buen recaudo. La importancia de la operación policial del día 2 no viene dada tanto por el volumen de lo aprehendido como por el hecho de que los agentes lograron llegar hasta uno de los pisos antes de que sus ocupantes hicieran desaparecer la droga. La policía detuvo a los hermanos Miguel, Carmen y Antonio B. F., de 30, 26 y 22 años, respectivamente; a Victoria J., de 27, y a José R., de 40 años, que pasarán hoy a disposición judicial. En la casa, además de la heroína, los agentes se incautaron de joyas por valor de dos millones de pesetas, dos pistolas simuladas, 400.000 pesetas en efectivo y útiles para la manipulación de la droga. El piso de los hermanos actuaba como centro de distribución de droga al detalle; es decir, vendía heroína a clientes individuales para su consumo, pero también actuaba como centro abastecedor de pequeños camellos.

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