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El Gobierno alemán anuncia una rebaja fiscal de 840.000 millones

Pilar Bonet

El ministro de Finanzas alemán, Theo Waigel, anunció ayer algunos detalles de la reforma fiscal que el Gobierno de Helmut Kohl quiere aplicar en 1999. La rebaja de impuestos será de unos 840.000 millones de pesetas y es la principal novedad de los Presupuestos alemanes para 1999 cuyo debate parlamentario comenzó ayer con un fuerte enfrentamiento entre Gobierno y oposición en clave electoral. El futuro de estos Presupuestos depende del resultado en las urnas el próximo 27 de septiembre.

A menos de cuatro semanas de los comicios legislativos del 27 de septiembre, el ministro de Finanzas, el socialcristiano Theo Waigel, expuso los datos básicos del presupuesto para 1999 y dio a conocer algunos detalles de una reforma fiscal, muy parecida a la que propone el SPD. Esta reforma debería comenzar en enero de 1999 y supondría una disminución de los ingresos fiscales de 10.000 millones de marcos anuales (840.000 millones de pesetas). Además de electoral, el debate parlamentario de ayer era también académico, ya que, de no aprobarse el presupuesto antes de las elecciones, éste deberá ser planteado de nuevo desde un principio por el nuevo parlamento.El encargado de rebatir la exposición de Waigel fue el presidente del SPD, Oskar Lafontaine, que calificó de "catastrófico" el balance de la época Kohl. Donde Waigel opinó que Alemania se encuentra en plena expansión económica y que el paro comienza a remitir, Lafontaine denunció unas cotas históricas de desempleo y acusó al gobierno Kohl de haber aumentado enormemente el endeudamiento del Estado.

En un discurso brillante, en el que afirmó que el inventor del euro había sido el presidente francés François Mitterrand, Lafontaine apostó por el incremento de la demanda interna y de los gastos de educación e investigación y reiteró la intención de su partido de eliminar la ley aprobada durante el mandato de la coalición, que prevee recortes en las pensiones.

El presupuesto de 1999 presentado ayer por Waigel planea aumentar la deuda del Estado en 56.200 millones de marcos y unos gastos de 465.300 millones de marcos, lo que supone un incremento de un 0,4% respecto al ejercicio actual. La partida más alta es la de 163.200 millones que se destinan a asuntos sociales y fomento del trabajo,con un incremento de un 2% respecto a 1997. Sigue después la partida de Defensa (47.518 millones), con un incremento de un 1,8%. De forma considerable ha aumentado la partida destinada a temas medioambientales, a los que se destinan 1.300 millones de marcos, con un aumento del 7,5%. A Educación e Investigación se destinan 15.428 millones de marcos o un 3,4% más que el año pasado y para la ayuda al desarrollo se contemplan 7.676 millones de marcos o un 0,1% más que en 1997.

La reforma fiscal propuesta por Waigel consta de dos fases, en la primera de las cuales se consiguen objetivos parecidos a los propuestos por el SPD en la última etapa de su programa fiscal.

En el programa de Waigel se contempla una disminución del impuesto sobre la renta, que en su franja máxima descendería del 53% al 47%-48%, y en su franja mínima del 25,9% al 20%. El SPD, por su parte, contempla una disminución de los impuestos máximos sobre la renta hasta el 49% en una fase inicial y según la evolución económica en una segunda fase, así como bajar a un 21,9% para los impuestos mínimos y luego al 15%.

Las reducciones impositivas suponen de entrada una disminución de 20.000 millones de marcos de cargas brutas, de las cuales la mitad se financiaría, en parte, mediante la reducción de las exenciones y ventajas fiscales. El Gobierno confía también en que una disminución del paro contribuya a aliviar el presupuesto, calculando que una reducción de 100.000 personas en la cifra de los parados se traduce en una reducción del déficit estatal de 3.000 millones de marcos. El Gobierno confía también en la reducción de los intereses Hoy se producirá el debate parlamentario entre Helmuy Kohl y su rival Gerard Schörer.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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