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Los incendios forestales causados por imprudencias aumentan un 13%

Niños que encienden petardos o fogatas en el monte, conductores que arrojan cigarrillos por la ventanilla, quemas agrícolas y hasta 38 negligencias diferentes han provocado este año el 44,95% de los incendios declarados en la Comunidad Valenciana. 147 de los 327 siniestros se deben a imprudencias, según el Grupo Operativo de Investigación de Incendios Forestales de la Consejería de Medio Ambiente. Esta cifra supone un aumento del 13% de los fuegos por negligencias, ya que en 1997 se detectaron 127.

Las altas temperaturas y el verano seco que ha sufrido la Comunidad Valenciana provocan, según el jefe operativo del grupo de investigación, Francisco Tejedor, que un número mayor de imprudencias ("situaciones de riesgo") hayan desembocado en incendios este año.Con este aumento sube un 11,93% el número de incendios (de 288 a 327 fuegos) y se ha duplicado la superfície calcinada (de 466 a 928 hectáreas). Pero los investigadores de incencios "firmarían" repetir estos resultados en los próximos años. "Estar por debajo de 400 incendios anuales y con unos centenares de hectáreas quemados es para felicitarse, porque el fuego es inevitable de forma periódica por la vegetación y la climatología mediterránea", alega Tejedor. Según sus estadísticas, el verano de 1998 es comparable, climáticamente al de 1990. Si se cumplen sus pronósticos cíclicos, el año que viene se repetirán las condiciones del aciago 1991 (el 13 de julio, durante una tormenta seca, los rayos causaron 27 incendios simultáneos entre Alicante y Valencia) y el 2003 se aproximaría a la situación del funesto 1994 (130.000 hectáreas quemadas). Con respecto a los datos actuales, los fuegos por rayos han disminuido de 80 a 47, aunque la cifra puede aumentar porque aún están investigando el origen de 42 siniestros. Los incendios intencionados se han incrementado ligeramente (de 70 a 72), pero sólo suponen uno de cada cuatro siniestros. Tejedor precisa que los pirómanos apenas causan un 3% de estos fuegos y que el resto los inician incendiarios que actúan, en su mayoría, por venganzas personales (herencias, infidelidades conyugales...) o por problemas psiquiátricos, como el alemán que prendió fuego a El Saler porque "el fuego es calor de hogar". Los investigadores niegan la existencia de mafias organizadas y el negocio de la venta de madera. En el 18% de los incendios intencionados "no se conoce el móvil", según el investigador. Los peores incendiarios, para Tejedor, son las tormentas secas de julio, que "generan muchos focos por rayos en puntos de difícil acceso y al atardecer, lo que impide el apoyo aéreo". A Tejedor le indigna que algunas personas hayan acusado a los medios aéreos de avivar incendios y recuerda que la mitad de la veintena de víctimas que han perecido en los últimos años en la extinción de incendios eran tripulantes de aviones y helicópteros.

928 hectáreas calcinadas en 1998

El número de hectáreas arrasadas por las llamas en lo que va de año supera en casi un centenar la superficie calcinada durante todo 1997, según los datos oficiales que ofreció ayer José Joaquín Ripoll, portavoz del Consell. A lo largo del presente año han ardido 928 hectáreas en territorio de la Comunidad Valenciana en 326 incendios, mientras que en el conjunto del año 1997 la superficie calcinada no superó las 832 hectáreas, un registro también superior a las 765 que fueron consumidas por el fuego durante 1996. El pasado mes de julio se registraron 67 incendios que calcinaron 297 hectáreas. En agosto, los registros oficiales arrojan un saldo de 85 incendios en los que se consumió una superficie de 259 hectáreas. Ripoll destacó que los datos ponen de manifiesto "una eficacia de 2,85 hectáreas por incendio". Por provincias y comparando los datos correspondientes sólo a los primeros ocho meses del año, la más castigada durante el presente ejercicio ha resultado ser la de Castellón, donde se han consumido cerca de 387 hectáreas, muy por encima de las 84 que ardieron hasta finales de agosto de 1997. Valencia ocupa el segundo lugar con un registro que asciende a 294 hectáreas, muy por encima de las 176 que se consumieron en el mismo plao durante 1997. En Alicante han ardido 247 en los primeros ocho meses de este año, frente a las 206 que resultaron calcinadas en 1997. Los índices de crecimiento interanual de superficie quemada superan el 10%, pero en conjunto la superficie consumida es "perfectamente asumible", según declaraba recientemente José Luis Velasco, jefe del servicio de prevención de incendios. El objetivo del servicio de prevención de incendios de la Generalitat es no rebasar los 400 siniestros a lo largo del año, de modo que los 326 fuegos registrados hasta la fecha se encuentran dentro del "mínimo esperable", en palabras de Velasco.

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