_
_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

¡Gracias, Bianca!

Bianca Jagger, con su comparecencia en la conferencia Mujer y guerra, celebrada recientemente en Palma de Mallorca, nos dio una lección de presencia y compromiso con las víctimas de las guerras de los Balcanes. Cuando parecía que los asistentes habíamos de resignarnos a un ejercicio de autocomplacencia durante las intervenciones previas, Bianca Jagger expuso en toda su crudeza lo que fue uno de los peores episodios de la guerra de Bosnia Herzegovina, la matanza de Srebrenica.Y lo hizo enumerando en primer lugar a las víctimas, los 15.000 musulmanes bosnios que habitaban el enclave; en segundo lugar, a los agresores, las tropas del general Mladic, que, con su ocupación, añadieron una nueva conquista territorial a su proyecto de Estado serbio étnicamente puro, acabando en tres días con la vida de 8.000 personas, que fueron sepultadas en fosas comunes. Y, por último, a los cómplices, la comunidad internacional y las tropas de Naciones Unidas, que se habían comprometido a su protección, pero que asistieron impasibles a la carnicería.

Bianca prosiguió denunciando la actual pasividad y complicidad de la comunidad internacional frente a la agresión de las fuerzas militares y policiales serbias de Milosevic sobre la población albanesa de Kosovo, que está reproduciendo los episodios de Bosnia Herzegovina, e hizo un llamamiento a la presión de nuestros dirigentes políticos para no permitir más matanzas y proteger la vida y los derechos humanos de la población civil.

Es de esperar que los políticos allí presentes tomen cumplida nota de esta llamada y no se limiten a rentabilizar frívolamente la presencia de Bianca Jagger desde su imagen pública.

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

De lo contrario, dentro de algunos años nos encontraremos celebrando un acto de solidaridad con las víctimas del genocidio de albaneses de Kosovo, oyendo testimonios escalofriantes y enjugando nuestra congoja con una colaboración económica a la reconstrucción de sus destrozadas vidas. Más nos valdría haberlo evitado cuando estuvo en nuestras manos detener al agresor.- .

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_