Oferta de diálogo

EL curso político se inicia en Andalucía con una nueva oferta de diálogo planteada por Manuel Chaves al Gobierno de José María Aznar. Se trataría de resolver asuntos pendientes como son la reforma del antiguo PER, nuevas transferencias e inversiones para proyectos como el AVE a Málaga. Un escéptico Javier Arenas ha acogido ya con indiferencia esta propuesta que hace, según sus cálculos, la número 22 de las ofertas que viene realizando Chaves. Lejos, por tanto, de alarmarse por lo que parece un evidente bloqueo institucional grave, el presidente de los populares andaluces se limita a contabilizar esta nueva iniciativa y a preparar a fondo la ofensiva de su Gobierno en nuestra comunidad. La estrategia pasa por más de lo mismo. Esto es, desembarco continuo y permanente de ministros. Ya se han registrado más de 200 visitas, aunque esta vez la crisis asturiana les obligará a incrementar sus esfuerzos y a repartir su presencia también en esa región. En definitiva, tratarán de rentabilizar las inversiones presupuestarias, aunque como telón de fondo permanece un dato bien elocuente del trato que recibe Andalucía de Madrid. Es la comunidad de las regidas por el artículo 151 de la Constitución que menos transferencias ha recibido en la actual legislatura: tres tan sólo. Tal vez el apresurado viaje hacia el centro anunciado por Aznar y su súbita disposición al diálogo con el PSOE, haga cambiar también el escenario para Andalucía. La ocasión es idónea ya que es ahora cuando se confeccionan los Presupuestos Generales del Estado, armazón en el que se debe hacer realidad cualquier voluntad política de cambio de actitud por parte del Ejecutivo central con respecto a los andaluces. Consejo Este martes, el Consejo de Gobierno de Manuel Chaves, a modo de réplica, preparará las líneas básicas de los presupuestos de la Junta. Incorporará un mayor esfuerzo inversor para suplir, si se confirman, las carencias de los de Madrid, según lo anunciado por el consejero de la Presidencia, Gaspar Zarrías. Chaves, además, quiere esta semana girar una visita a la zona afectada por el vertido tóxico de las minas de Aznalcóllar y conocer sobre el terreno el grado de ejecución de los trabajos para la retirada de los lodos. Queda atrás, de esta forma, el periodo vacacional y con él parece que también las especulaciones que apuntaban a una posible remodelación de su Gobierno. La elección de los candidatos para las municipales por parte del PSOE no ha reparado en miembros de su equipo, de ahí que se haya desvanecido una excusa para proceder a introducir cambios. El único foco interno inquietante se ubica en las relaciones entre los socios de gobierno. La propensión hacia la bronca del alcalde de Algeciras, el andalucista Patricio González, le ha llevado incluso a aplicar a la consejera Carmen Hermosín un peculiar castigo, como ha sido su nombramiento como persona no grata. Un recurso tachado con anterioridad por el PA de "fascista" cuando precisamente el PP actuó de tal forma con el alcalde de Jerez, Pedro Pacheco. Nada hace apuntar que la belicosidad que tan fácilmente exhiben a flor de piel los andalucistas hacia el PSOE se retenga en las próximas jornadas, sino todo lo contrario, puede ir a más, a medida que se acercan los comicios locales y se agota la propia legislatura. Todo depende del comité de enlace que ambas formaciones celebrarán el lunes que viene y cuya agenda se prepara en estos días por representantes de los dos partidos coaligados.