Gil ordena la demolición parcial de un bloque de 130 viviendas en Marbella

El alcalde de Marbella, Jesús Gil, ordenó el pasado sábado la demolición parcial y el precintado de las obras de un conjunto residencial de 130 viviendas que se edificaba, con licencia municipal, en un bloque de cinco plantas de Guadalmina Baja. Según recogía ayer el diario Sur, Gil visitó la zona para anunciar la paralización de la obra. El TSJA amparó recientemente las protestas de los vecinos por que el edificio inundaba las aceras y el primer edil no tuvo más remedio que hacer caso al pronunciamiento judicial. El promotor de las viviendas accedió ayer a iniciar la demolición de parte de la construcción. Gil aseguró a la agencia Efe que le advirtió de que la obra no se ajustaba al proyecto por el que se otorgó la licencia municipal. La ilegalidad se refiere a unas escaleras exteriores de la promoción de 130 viviendas en edificios de cinco plantas. El alcalde precisó que se ocuparon tres metros más de los previstos en el proyecto y que cuando se concedió el permiso, "la obra estaba perfectamente alineada con la acera". Gil explicó que cuando los técnicos municipales comprobaron tales irregularidades, el Ayuntamiento advirtió al promotor de la infracción. Por otra parte, el primer edil volvió ayer a hacer uso de los comunicados municipales para arremeter contra los medios de comunicación. Según Gil las informaciones sobre su gestión deberían tener un único destino: "Ahorrar papel higiénico a la gente, porque mirado de forma objetiva ya es suficiente que sirvan para eso". El alcalde de Marbella asegura que sus vecinos y los visitantes del municipio son gente maravillosa que "no leen los periódicos y volverán porque lo han pasado bien en una ciudad que funciona". Afirma que los diarios, a los que llama panfletos, se hacen eco del "odio y rencor de concejales de la oposición despechados y a sabiendas de que no van a continuar o inventándose historias que no son ciertas". El alcalde de Marbella se siente atacado por los periódicos de tirada nacional que "concentran tanta artillería, con armamento pesado sobre nuestra ciudad de Marbella", de los que asegura que no tienen interés de informar, "porque hoy por desgracia tienen maniatados a la mayoría que los dirigen o que tienen puesto de responsabilidad". El alcalde se jacta de tener más de una docena de sociedades municipales con empleados que "cobran el 60% del suelo de un funcionario, trabajando el doble de horas. Pero la vida es así y la ciudad de Marbella hoy es la envidia en todo el mundo, salvo para aquellos que la hundieron y ahora pretenden volver cuando se encuentra en todo su esplendor". Luchas internas Mientras, los dirigentes del PSOE en Marbella siguen enfrascados en luchas internas tras los resultados de las elecciones primarias para elegir el rival de Gil en las elecciones municipales de 1999. La portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Isabel García Marcos -derrotada en las prima-rias-, acusó al candidato socialista a la alcaldía, Francisco Zori, de no opinar en la polémica de la paralización del PGOU presentado por el gobierno local de Jesús Gil. García Marcos criticó la "falta de protagonismo o intervención" de Zori, y aseguró que "no aparece nunca, ni se moja, pertenece a una casta de políticos que cree que las cosas se resuelven solas". Manifestó que le han llegado "comentarios" sobre el descontento de militantes del PSOE en Marbella y añadió que esta situación "se debió evitar antes".