Un sindicato culpa a la metadona de generar violencia en la cárcel de Picassent

El reparto de metadona, uno de los proyectos más emblemáticos de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, en el que participan más de 10.000 presos españoles, causa "una gran parte" de los actos violentos que se cometen en la cárcel de Picassent. La denuncia la formula Acaip, un sindicato de funcionarios que acusa a la dirección del penal de incumplir durante los últimos seis meses el compromiso que adquirió en febrero de mejorar el sistema de reparto de esta sustancia a los 300 reclusos toxicómanos de Cumplimiento y Preventivos que la consumen. Los funcionarios afirman que, en esa reunión, la dirección aceptó que la metadona se repartiera en dos despachos que se habilitarían junto a los pasillos de seguridad de los módulos. De esta forma, se evitaría que los presos se trasladaran a diario a la enfermería para recibir su dosis, un trasiego que, según ellos, provoca un buen número de altercados. "Pero han pasado seis meses y la dirección no ha hecho nada, aunque reconoció que los incidentes relacionados con la metadona son el problema más grave al que se enfrenta la cárcel", protesta Acaip. De hecho, los funcionarios afirman que sufren constantes agresiones y amenazas de los internos durante el reparto y que se ha generado un mercado negro con la metadona "despistada", que ha provocado "numerosos casos de sobredosis con, al menos, un fallecido". "La metadona", aclaran, "no ha sustituido a ninguna droga ilegal en la cárcel, sino que se combina con las rulas (pastillas psicotrópicas) y otros estupefacientess que los reclusos consiguen en los vis-a-vis y en los permisos".