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Las dudas sobre el futuro de la deuda rusa hunden de nuevo la Bolsa de Moscú

El aplazamiento, por parte del Gobierno ruso, del anuncio de las condiciones de reconversión de los bonos del Estado que vencen antes del fin del año próximo en nuevos valores provocó ayer una nueva caída de la Bolsa de Moscú, que cerró con una bajada del 9,42%. Mientras tanto, el primer ministro, Serguéi Kiriyenko, pidió a Japón que le adelante el crédito aprobado y le dé 120.000 millones de pesetas en lo que queda de año. En Rusia persiste la inquietud por el impago de salarios, que provocó importantes protestas en los últimos meses.

Borís Fiódorov, el flamante vicejefe de Gobierno, que conserva también la cartera del Servicio de Impuestos, confirmó ayer que los bonos del Estado a corto plazo, concretamente los que vencen antes del 31 de diciembre de 1999, serán reconvertidos en nuevos valores. La medida, explicó, afectará a los bonos nominados en rublos. Más tarde, Kiriyenko especificó que esta deuda sería aplazada por un periodo de tres a cinco años, lo que permitirá al Gobierno disponer del dinero necesario para pagar los sueldos atrasados de los mineros y de otra gente. El problema de los impagos de sueldos se está convirtiendo en uno de lo más agudos, ya que la paciencia de los rusos está llegando a su límite, como lo demuestra el bloqueo del Transiberiano y de otras vías férreas, que casi paralizó la industria del país.

Ayer mismo vencían bonos del Estado por unos 102.000 millones de pesetas, que el Gobierno ya no puede pagar. Fiódorov prometió que el lunes daría a conocer el esquema de reconversión de estos bonos. Estos valores se habían convertido en un gran negocio y estaban ofreciendo intereses del 50%, 80% e incluso 150%. Muchos bancos comerciales tenían bonos del Estado y su reconversión puede ser un duro golpe para ellos, e incluso significar la bancarrota para algunos.

Las declaraciones de los ministros influyeron negativamente en la Bolsa de Moscú, cuyas operaciones tuvieron que ser suspendidas dos veces durante el día debido a la fuerte caída de las acciones.

La moneda rusa se depreció en el 1,57% - se cambió a 6,99 rublos por dólar- en comparación con la cotización del día anterior. En la calle había calma y las casas de cambio respetaban ayer la diferencia máxima del 15% entre la compra y venta del dólar impuesta por el Banco Central. Su presidente, Serguéi Dubinin, declaró que desde el 20 de julio hasta ayer habían gastado 570.000 millones de rublos. Ésta viene siendo la suma recibida en julio del FMI, ya que los otros 150.000 millones del primer tramo del préstamo fueron a la cuenta del Ministerio de Finanzas para el servicio de los bonos del Estado.

Kiriyenko envió un mensaje a su homólogo japonés, Keizo Obuchi, en el que le pide que adelante el crédito prometido y dé a Rusia este mes 45.000 millones de pesetas y 75.000 millones antes de fin de año. Obuchi respondió que Japón examinará "muy seriamente la petición" rusa.

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