Un estudio refleja que Valencia tiene la mitad de los árboles urbanos que recomienda la normativa
La ciudad de Valencia sufre un acusado déficit de arbolado urbano. Ésta es la principal conclusión de un estudio elaborado por la asociación Amics de la Mobilitat Urbana que plantea la falta de 35.000 árboles en las aceras de la ciudad y su comarca, una cifra similar a los que posee. Frente a las recomendaciones de equipamiento urbano que establecen una relación de un árbol por cada 10 habitantes, Valencia no supera el ejemplar por cada 25 vecinos. Estas cifras situan a la capital de la comarca de L"Horta por detrás de Barcelona, con una proporción de un árbol por cada 14 habitantes.
Al tradicional déficit de Valencia y su comarca en zonas verdes -1,58 metros cuadrados frente a los cinco que establece la legislación urbanística- la asociación Amics de la Mobilitat Urbana ha apuntado una nueva carencia: la falta de arbolado en aceras. La asociación ha elaborado un informe en el que denuncia que las carencias de la ciudad no se limitan a arbolado y superficie vegetal en parques urbanos y jardines, sino que los 35.000 árboles dispuestos en las aceras valencianas no son más que la mitad de los recomendables. Valencia y su entorno se encuentran lejos de las medidas recomendadas en arbolado sobre aceras. La normativa de equipamiento urbano establece, según señala el informe, una proporción de un metro cuadrado -espacio que ocupa la base del árbol- por cada diez habitantes. En la ciudad de Valencia, según recoge el informe, la media se sitúa en un árbol por cada 25 habitantes, una cifra un 60% por debajo de la proporción deseable. "Una ciudad mediterránea como la nuestra requiere muchos más árboles para aliviar la fuerza del sol y el recalentamiento del asfalto", señala Ignacio Andrés, presidente de la asociación. 19 distritos afectados Esta falta de arbolado afecta de forma general a los diecinueve distritos en los que se divide la comarca de L"Horta, ya que el informe refleja que ninguno de ellos alcanza tan siquiera a igualar el estándar recomendado de arbolado en aceras. Aunque esta carencia no afecta a todos los valencianos por igual. Los vecinos de los distritos de Poblats Maritims, Camins al Grau, Pobles del Nord, Pobles de l"Oest y L"Olivereta son los que salen más perjudicados en la distribución de arbolado urbano. Los habitantes de estos barrios se encuentran incluso por debajo de la media de Valencia y se sitúan en torno a los 28 habitantes por árbol. En el otro extremo están los vecinos de Patraix. Los algo más de 51.000 residentes de este popular barrio tienen repartidos en sus aceras 3.768 árboles. Es decir, una proporción de 13 vecinos por árbol. Estas cifras sitúan a los habitantes de Patraix a la cabeza de arbolado urbano. Sin embargo, no son suficientes para ponerse a la altura de las recomendaciones de urbanismo, aunque sí que roza las cifras de Barcelona, con sus 14 habitantes por ejemplar. Una de las razones, en boca de Andrés, para explicar la escasez de árboles en la ciudad es el aumento de zonas peatonales en las que se prescinde de plantar arbolado. El presidente de la asociación destaca los casos de las calles del Mar y Serranos, en pleno casco histórico de la ciudad, donde "se peatonaliza y no se planta ni un árbol". El responsable del estudio también achaca a los arquitectos encargados de diseñar la urbanización de las calles responsabilidad en la poca atención que se presta a la presencia de árboles. "Los arquitectos sólo atienden a motivos urbanísticos", señala Andrés, "y se olvidan de aspectos como la comodidad y accesibilidad de los espacios urbanos donde entra la presencia de árboles en aceras". El estudio refleja una carencia de 35.000 ejemplares. La misma cifra con las que actualmente cuenta la ciudad en sus aceras, según el censo de árboles que maneja el Ayuntamiento. Un censo "hinchado" según Andrés. "Sólo en la avenida de Emilio Baró el Ayuntamiento dice que existen 247 árboles, sin embargo sólo hay 153 alcorques -bases para plantar árboles- de los que 46 estan vacíos.
Limpieza vegetal de la ciudad
Los árboles urbanos tienen, más allá de su mera función decorativa, un importante papel en la limpieza de la ciudad. Las hojas de los árboles son unos importantes agentes fijadores del polvo urbano, además de su capacidad de absorver dióxido de carbono. El ólmo y el castaño son las especies de mayor capacidad de retención de polvo urbano, según un estudio del Laboratorio de Higiene de París. Ignacio Andrés, sin embargo, apuesta por árboles autóctonos como el naranjo amargo y la morera como sustitutivos de las dos especies anteriores para la ciudad de Valencia. Estos dos árboles tienen un coste inferior a los anteriores y se adaptan mejor a las condiciones de una ciudad de aceras estrechas como Valencia."Es inexplicable cómo en una calle como la de la Paz, con un tráfico diario de 22.000 vehículos el Ayuntamiento se gasta 150 millones en remodelar las aceras y no planta un sólo árbol", señala Andrés.
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