Treinta encapuchados intentan reventar las fiestas donostiarras a las 24 horas del ataque de Algorta

Una treintena de encapuchados intentó boicotear en la madrugada de ayer las fiestas de San Sebastián mientras miles de ciudadanos asistían a los actos de la Semana Grande. Su objetivo, según la Ertzaintza, era realizar una emboscada similar a la que 24 horas antes habían sufrido los vecinos de Algorta, en Getxo (Vizcaya), y atacar a los agentes. El operativo montado por la Consejería de Interior para evitar incidentes en la Semana Grande frustró la acción de los alborotadores, que se replegaron al interior de la Parte Vieja. La Ertzaintza decomisó material pirotécnico y detuvo a dos personas.

Los radicales pretendieron en dos ocasiones reventar las fiestas donostiarras, que hasta el momento habían vivido una relativa tranquilidad. Los agentes de la Ertzaintza localizaron tras los disturbios 11 cócteles químicos (con una composición que busca hacerlos más dañinos), 38 cohetes pirotécnicos y abundante tornillería. La actuación de los encapuchados, cerca de una treintena, según la policía vasca, estaba perfectamente planificada.

El primer ataque de los radicales se produjo a las 22.20 del sábado, cuando dos grupos de personas con los rostros cubiertos y bien organizados atacaron de forma simúltanea dos autobuses urbanos en dos lugares distantes y alejados del centro de la ciudad. Uno de los vehículos resultó con desperfectos en su interior, ya que las llamas provocadas por un cóctel mólotov destruyeron parte de los asientos, mientras que al otro le pincharon las ruedas. El incidente se produjo 25 minutos antes de la quema de los fuegos artificiales, a la que asisten decenas de miles de personas que se desplazan hasta el Paseo de La Concha.

Dos horas después de ese primer incidente, la Ertzaintza fue alertada por vecinos de la quema de contenedores y mobiliario urbano en la zona del Bulevard y la Parte Vieja de la capital guipuzcoana. Agentes antidisturbios de la policía vasca se adentraron por las calles de esa zona y en la persecución de los alborotadores detuvieron a M. A., de 32 años y nacionalidad italiana, y a I.G.M., de 19 años y vecino de San Sebastián. Las primeras detenciones de personas de origen italiano en incidentes callejeros se produjeron hace varios años en San Sebastián con motivo de los altercados que se producían tras la procesión cívico-religiosa de la Salve. Además, está pendiente de resolución judicial la denuncia que interpuso el italiano Mateo Maglione en agosto de 1997 contra la Ertzaintza, al perder la visión de un ojo tras resultar herido en unos incidentes ocurridos en la capital guipuzcoana. Con ellos son cuatro los detenidos por la policía vasca esta Semana Grande por participar en algaradas callejeras montadas por grupos de apoyo a ETA.

Los alborotadores abandonaron en su huida cócteles químicos y material pirotécnico preparado para ser empleado en algaradas callejeras. Ese tipo de artefactos incendiarios, usados por vez primera el pasado verano en los numerosos incidentes que se produjeron en las ciudades y pueblos vascos, es de alto poder destructivo por la mezcla que utilizan en su preparación (gasolina, aceite y potasa).