La reforma de la plaza de Olavide

La Concejalía de Obras del Ayuntamiento de Madrid ha proyectado y comienza a ejecutar la reforma de la plaza de Olavide, una reforma que los vecinos, usuarios y comerciantes hemos reclamado durante años y cuyo proyecto es criticable por varias razones: 1. No se ha oído a los vecinos, por lo que el proyecto no ha pasado los mínimos controles democráticos. Esto es especialmente grave al tratarse de una plaza emblemática, situada en el centro de Madrid, prácticamente cerrada al tráfico de vehículos y, por ello, para uso exclusivo de viandantes. Se puede reformar, con más o menos éxito, las glorietas de Alonso Martínez, de Bilbao y de San Bernardo, pero es obligado el acierto en la reforma de la plaza de Olavide.

2. La plaza de Olavide es un espacio urbano madrileño con bastantes árboles, todos en buen estado, salvo tres o cuatro unidades. El barrio de Chamberí necesita de espacios de recreo, de ocio y de descanso y la plaza de Olavide, con grandes dificultades, es verdad, ha venido cumpliendo con estas necesidades de los vecinos y da cobijo a los muchos visitantes que acuden a sus terrazas para disfrutar del sol en primavera y de la sombra en verano.

3. Pero además de ser una plaza del barrio de Chamberí, la de Olavide es una plaza de Madrid y merece el mayor de los respetos y la mejor de las atenciones. Hubiera requerido (requiere todavía) la publicación de un concurso de ideas, en el que pudiera tenerse en cuenta la historia del barrio y de la misma plaza, donde hubo, no hace mucho, un mercado con forma octogonal y cuya memoria pervive en el recuerdo de muchos.

4. Los vecinos y usuarios hemos denunciado con insistencia en estos últimos años, la permanencia constante y masiva de perros en la plaza, que ha llegado a convertirse en un fenómeno único y singular, no sólo en Madrid, sino en Europa. Por fin, se ha impuesto el sentido común y en el proyecto municipal no se contempla un espacio para los perros. Exhortamos a la junta para que negocie el traslado de los perros a los jardines de Enrique Herreros, un lugar despoblado y alejado de viviendas donde pueden campar a sus anchas.

5. En su lugar, nos gustaría, porque la plaza reúne condiciones, que se pudiera proyectar para convertirla en un espacio cultural y de arte y pintura al aire libre en el que colaboren la administración municipal y los particulares, cuyos inicios comenzaron con algunos locales que tuvieron que cerrar por la degradación de la plaza. Propugnamos una pavimentación con losetas continuas y no porosas y de fácil limpieza, que acerque la plaza de Olavide a la categoría de otras plazas europeas y la sustitución de la tierra de las zonas infantiles por losetas de caucho. En resumen, propugnamos para Olavide la recuperación del bulevar perdido del barrio de Chamberí.-