Maragall se presentará con el nombre del PSC y el de su propia plataforma

La promesa de Pasqual Maragall de encabezar una candidatura "amplísima" que agrupe al centro-izquierda ha provocado un soterrado enfrentamiento en el Partido Socialista para fijar el límite de la apertura. La confrontación se resolverá en un empate, consistente en una denominación doble que incluya las siglas del PSC más el nombre de la plataforma que designe a los candidatos no socialistas incorporados por Maragall, según fuentes del partido. Lo que no está resuelto es si la ampliación consistirá en incorporar independientes o una plataforma estable que incluya otras fuerzas.

El modelo por el que se decanta Maragall es el de la Entesa dels Catalans, la coalición que los socialistas, el PSUC y Esquerra Republicana formaron en 1977 para el Senado en las primeras elecciones democráticas. Aquella conjunción de fuerzas progresistas obtuvo un gran éxito y arrasó en las cuatro provincias catalanas. Pero ahora el máximo de apertura que el aparato socialista está dispuesto a aceptar es una denominación doble, al estilo de PSC-Entesa, por ejemplo. Este nombre es uno de los que se baraja y podría acabar siendo el definitivo. La pretensión inicial de Maragall de levantar una candidatura que superara el ámbito electoral estricto del PSC ponía en cuestión incluso la presentación de las siglas del partido. Pero provocó el rechazo inmediato del aparato. El debate, no obstante, sigue abierto.

Los capitanes del PSC, los dirigentes territoriales que controlan la organización, aplaudieron y elogiaron la decisión de Maragall de lanzarse a la arena electoral contra Jordi Pujol, pero acto seguido aprobaron un reglamento electoral que mantiene en manos del aparato la formación de la candidatura. Y a pesar de elogiar también la voluntad de Maragall de agrupar a las fuerzas del centro-izquierda, le han hecho saber que sólo apoyarán una fórmula controlada por su partido. Es decir, por ellos.

La experiencia de Nadal

Esta actitud parece llevar a una repetición de lo ocurrido en las anteriores elecciones autonómicas con Joaquim Nadal. También él quería ampliar el espectro social de su candidatura incorporando figuras que superaran el ámbito socialista estricto y dando su propio carácter a toda la lista. Pero a la hora de la verdad, lo máximo que pudo conseguir del aparato de su partido fue la inclusión de dos candidatos personalmente afines a él. La prudencia con que Nadal describió el pulso entre Maragall y el aparato ilustra la dureza del choque. Preguntado acerca de si realmente los capitanes del PSC apoyan al ex alcalde de Barcelona, dijo: "Los capitanes, que sobre todo están con el primer secretario, están incondicionalmente al lado de Maragall en la medida en que están con el primer secretario y éste está con Maragall".

El primer secretario es Narcís Serra. Maragall y Serra, han tenido ya conversaciones sobre esta cuestión con el presidente de Iniciativa per Catalunya (IC), Rafael Ribó, según indicó uno de los colaboradores de éste último. La dirección de Iniciativa aprobó en julio una resolución invitando a los socialistas a abrir un proceso unitario para configurar una alternativa conjunta de centro-izquierda al nacionalismo de CiU. La respuesta de Maragall y Serra fue valorar la oferta, pero destacar ante Ribó los obstáculos existentes en el seno del PSC para aplicarla.

La cerrada posición del aparato socialista ha complicado la labor de Maragall. Figuras que se mostraban dispuestas integrarse en una alternativa amplia de centro-izquierda están menos interesadas en figurar como independientes en una candidatura del PSC. Ésa es una fórmula, aplicada por todos los partidos, que la experiencia ha ido desacreditando paulatinamente.

Maragall contaba con incorporar a su candidatura a los impulsores de la plataforma Catalunya Segle XXI, como el catedrático Josep Maria Vallès, y algunas figuras que las sucesivas crisis de Iniciativa per Catalunya han dejado desamparadas, como el alcalde de Sabadell, Toni Farrés, por ejemplo. Fuentes socialistas indican que también cuenta con poder acoger a algunas representaciones de las plataformas comarcales de apoyo a su candidatura que están surgiendo.

Las dos plataformas comarcales que hasta el momento han salido en apoyo de la candidatura de Maragall, la del Pirineo y la de las comarcas del Ebro, incluyen a cargos políticos socialistas, de Iniciativa per Catalunya y personalidades independientes, sobre todo profesionales con prestigio social y sindicalistas.

La potenciación de este modelo suprapartidario constituye, precisamente, uno de los puntos de debate en el seno del PSC y entre este partido e Iniciativa, de cara a las elecciones autónomicas, pero también las municipales. Y, en la medida en que tuviera éxito, incluso para las generales. La posición predominante en el aparato socialista es contraria a diluir las siglas del PSC. Pero hay experimentos varios en curso. En Tortosa, por ejemplo, hay firmado ya un acuerdo para formar una candidatura municipal denominada PSC-Iniciativa d"Esquerres, que será encabezada por un militante de IC, Joan Sabaté. En La Seu d"Urgell, en cambio, el alcalde socialista, Joan Ganyet, encabeza un grupo de ocho concejales de los que cuatro son de IC. Éstas son las dos comarcas en las que se han formado ya plataformas de apoyo a Maragall. También hay una fuerte dinámica similar en la ciudad de Igualada, aunque en este caso en contra de la voluntad de la dirección comarcal socialista.