Rojas acusa a De la Peña de exagerar mucho al caer

Riazor tuvo ayer un héroe, una víctima y un villano pelirrojo. El héroe fue Savio con un despliegue de velocidad y atrevimiento extraordinarios por la banda izquierda. La víctima fue Rojas, que quedó fuera del partido en el primer tiempo, tras una entrada por detrás a Iván de la Peña."Estoy muy triste, si hubiera sido otro jugador no me hubiera expulsado". Rojas, el lateral bisoño del Madrid, no dudó en reivindicar su carácter de víctima, y también señaló a Iván de la Peña. "Exageró mucho al caer".

Jaime, por su parte, interpretó al villano madridista. Se marchó sin hablar, colérico, ocultando su sempiterna sonrisa, quizá sabiendo que la tarjeta roja directa por falta sobre Nedved había sido justa. Dejó a su equipo con nueve hombres.

Savio, el extremo brasileño del Madrid, fue el ganador más definitivo de una noche en que la gente de su equipo salía del vestuario con la cara larga. "Estoy muy contento, la verdad es que las cosas me están saliendo bien y tengo que seguir trabajando mucho para poder seguir así". El de Espíritu Santo hablaba como otro hombre, se había trocado de sombrío a eufórico, y si el año pasado fatigaba por el Madrid de Heynckes como un ánima en pena, ayer en Riazor padecía verborragia. Eso sí, nunca echó una risa: "Estoy muy contento", repetía, "porque el Madrid tiene grandes jugadores principalmente delante, y es muy difícil ganarse un puesto allí". No parecía tener dudas de estar ablandando el corazón de Guss Hiddink, su entrenador, que nada más concluir el partido lo elogió por subir el listón de calidad en la plantilla. "Me gusta lo que hace Savio, porque eso es lo que quiero, que los jugadores me pongan dificultades a la hora de decidir las alineaciones".

Técnicos parcos

Los entrenadores, Guus Hiddink por parte del Madrid, y Sven Goran Eriksson por parte del Lazio, dieron ayer una de las conferencias de prensa más opacas que se recuerdan. Hombro con hombro, comparecieron quemados por el sol, y fueron parcos por partida doble: "Estoy muy satisfecho con el juego de mi equipo", sentenció Hiddink, "estamos mejorando y tenemos que ir a mayor ritmo cada día". El holandés exaltó el buen juego exhibido por su equipo a pesar de jugar con nueve (tras el partido, el preparador físico Jorge Simó, reconocía que el alto rendimiento físico de los nueve jugadores blancos supervivientes fue objeto de un comentario optimista en el vestuario). Luego ponderó la oportunidad de las tarjetas rojas: "La primera tarjeta roja fue excesiva, y la segunda , hay que ser honrados, creo que fue justa".