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Avenida de América, no apta para peatones

Las obras de la avenida de América entrañan riesgos para los peatones y operarios que ignoran las normas de seguridad

Las obras de la nueva multiestación de la avenida de América han convertido la zona en una carrera de obstáculos no exenta de riesgos. Al padecimiento de los conductores se une el sufrimiento de los viandantes, que tienen que sortear barreras de todo tipo. Muchos de ellos ponen en peligro su integridad física al atravesar la calle por donde no está permitido o al caminar junto a los coches, pese a las indicaciones de la policía. Los peatones deben recorrer cientos de metros para cruzar la avenida por una pasarela provisional, no apta para minusválidos, o trasladarse hasta la calle de María de Molina. Los vecinos de la zona soportan los ruidos 24 horas al día. Además, representantes de vecinos y del sindicato USO denuncian la inseguridad de los trabajadores de la obra.PASA A LA PÁGINA 4

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Más de 150 calles en obras

Plan de seguridad

Obligatorio el casco... incluso para viandantes

Los responsables de la obra reconocieron que tienen la doble presión de la falta de espacio y tiempo. "Siempre que se trabaja en una ciudad hay problemas de espacio, por los cortes de tráfico y los servicios urbanos afectados", señalaron. "También es comprensible que los ruidos molesten", añadieron, "pero precisamente para evitar las molestias vamos lo más rápido que podemos".Lo que sí quisieron dejar claro era su cumplimiento escrupuloso de las normas de seguridad laboral en las obras. "Hay un plan de seguridad, y se ha dado información a cada subcontrata sobre las normas de seguridad en todas las especialidades de los trabajadores. Tenemos que ser muy estrictos, porque la Inspección de Trabajo es muy sensible ante los accidentes laborales".

También se quejan de que muchos trabajadores no cumplen la normativa. "A pesar de que se lo advertimos, muchos operarios prefieren trabajar sin casco a causa del calor". En cuanto a los peatones, lamentan su insistencia en cruzar por zonas prohibidas, junto a los coches, o en introducirse en el recinto de la obra. "Un día puede haber una desgracia", señalaron.

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