Expulsados a Marruecos 32 inmigrantes ilegales que irrumpieron en tropel por la frontera de Melilla

Unos 40 inmigrantes subsaharianos consiguieron franquear, sobre las seis de la madrugada de ayer, la ciudad de Melilla desde territorio marroquí. Irrumpieron en tropel a través de un agujero de la alambrada del perímetro fronterizo del Gurugú, según la Delegación del Gobierno en Melilla. Tras el incidente fueron movilizados todos los efectivos del Cuerpo Nacional de Policía, Guardia Civil, Policía Local y Policía Militar, que localizaron a 32 de los ilegales. A medianoche, comenzó la operación de expulsión. En furgones policiales fueron llavados hasta el puesto fronterizo de Farhana.

Los subsaharianos entraron en Melilla "en masa y corriendo" a través de la zona del barrio chino, tras lo que se dispersaron por la ciudad. Inmediatamente hubo una movilización conjunta de la Policía Local, la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Policía Militar para localizarlos con el fin de devolverlos a Marruecos. Eso ocurrió a partir de la medianoche de ayer, 18 horas después de su entrada en Melilla. En grupos de ocho, los 32 inmigrantes detenidos fueron introducidos en furgones policiales que salieron en intervalos de cinco minutos del parque automovilístico de la Guardia Civil donde habían estado retenidos. Los vehículos policiales tomaron la carretera de circunvalación de Melilla rumbo al puesto fronterizo de Farhana. Tras atravesar un impresionate cordón policial en la frontera, llegaron de vuelta a Marruecos. Durante la jornada, la persecución más espectacular se produjo en una playa donde unos diez o doce inmigrantes intentaron huir a través del agua, pero fueron interceptados por una lancha de tipo Zodiac de la Guardia Civil. No hubo heridos.La policía llegó a utilizar material antidisturbios para detener a algunos de los grupos que pretendían burlar la persecución. Después de la batida policial, las fuerzas de seguridad localizaron a 32 inmigrantes, que quedaron retenidos en un parque de automovilismo de la Guardia Civil.

Efectivos policiales continuaron ayer tarde la búsqueda de al menos otros ocho inmigrantes subsaharianos de los 40 que se calcula que consiguieron entrar en la ciudad a través de un agujero existente en la alambrada que rodea el perímetro fronterizo. El lugar por donde entraron, situado a unos 250 metros del puesto de control del Gurugú, estaba vigilado a esa hora por un soldado de la Compañía del Mar del Ejército, que contempló atónito e impotente la avalancha humana.

La alambrada es vigilada por efectivos militares en tramos de 25 o 30 metros. Por donde entraron los subsaharianos es una zona que, en la parte de Melilla, se corresponde con un olivar y un grupo de viviendas prefabricadas conocidas como Las Caracolas.

Según la Policía Local, no es la primera vez que un grupo de inmigrantes usa este método para irrumpir en territorio español. Para ello, suelen formar un grupo numeroso que accede en tromba hasta la línea fronteriza sin que sus integrantes puedan ser frenados por los militares que vigilan el perímetro. Además, la alambrada está rota en muchos tramos y es fácil de sortear.

El delegado del Gobierno en Melilla, Enrique Beamud, interrumpió sus recién iniciadas vacaciones para reunirse con los responsables de los cuerpos de seguridad y coordinar las operaciones de búsqueda de los fugitivos.

Este nuevo incidente desató las críticas de los partidos de oposición contra el Gobierno. La secretaria de Movimientos Sociales del PSOE, Carmen Cerdeira, afirmó que hace falta un "gran consenso" entre todas las fuerza políticas sobre la política de inmigración, a la vista de los últimos acontecimientos.

Cerdeira agregó que las batidas policiales registradas después de que unos 40 inmigrantes lograran franquear la frontera a la carrera demuestra "la ausencia de política del Gobierno" en relación con este asunto.

Para Carmen Cerdeira, que fue delegada del Gobierno en Ceuta durante la última etapa del Gobierno socialista, este último hecho, junto con el del naufragio de una patera y la muerte de 38 de sus ocupantes a finales del pasado junio, "vuelve a poner de manifiesto la ineficacia total del Gobierno". Señaló que es muy difícil saber cuántos inmigrantes han muerto ahogados este año en El Estrecho debido al silencio de Marruecos.

En opinión de la diputada socialista, el Gobierno ha hecho el "ridículo" al montar un gabinete de crisis "por la entrada de 40 personas en territorio español". "Si en Melilla se monta un gabinete de crisis porque han entrado 40 subsaharianos a la carrera, ¿qué haría el Gobierno si tuviera aquí el problema que tienen en Italia o en Grecia con los refugiados de Kosovo?", se preguntó.

La parlamentaria por Ceuta calificó de "patética" la situación que se vive en España con los inmigrantes ilegales y precisó que, según sus datos, el Gobierno ha gastado en Ceuta y Melilla más de 2.000 millones en asuntos de inmigración y "no se ven los resultados por ninguna parte".

El diputado de IU Willy Meyer considera necesario que haya un "giro radical" en la política de inmigración del Gobierno y se mostró partidario del "levantamiento de fronteras" para que haya un flujo de inmigración normalizado. En su opinión, España debería pedir que se modifiquen los acuerdos de Schengen porque "constituyen una afrenta a cualquier política social, ya que ponen en el mismo paquete, para el control de las fronteras, a narcotraficantes, terroristas e inmigrantes".

Ni fosos ni alambradas

Meyer considera que "España debería exigir a la Unión Europea un cambio en la política de inmigración: no se le pueden poner alambradas ni fosos como a un castillo medieval para evitar la inmigración porque es inútil".El secretario confederal de Migraciones de Comisiones Obreras, Fernando Galán Lozoya, considera que la solución para el problema de la inmigración pasa por una modificación de la Ley de Extranjería. A su juicio, "en la modificación de la normativa de extranjería debe primar la integración social y laboral de los trabajadores extranjeros".