Los serbios tratan de rematar la ofensiva contra el ELK en Kosovo
Las fuerzas serbias trataban ayer de rematar la ofensiva lanzada a mediados de julio contra la guerrilla albano-kosovar del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) atacando los emplazamientos insurgentes situados a lo largo de la frontera albanesa.La ofensiva ha resultado un éxito para el Gobierno de Belgrado, que ha logrado desbaratar las bases del ELK en el centro de Kosovo y ahora trata de estrangular las líneas de aprovisionamiento de armas que llegan desde Albania.
Junik, población situada en la zona de las operaciones militares, es la última población de importancia en poder del ELK. En su interior se encuentra un número indeterminado de refugiados. Tropas de la policía y el Ejército serbios asedian la población desde hace dos semanas. Fuentes serbias aseguraron ayer que no se va a producir ningún ataque contra Junik mientras haya civiles en su interior, pero fuentes albano-kosovares dudaron de la credibilidad de estas promesas.
Los albano-kosovares han denunciado que los serbios han trasladado a la región un centenar de vehículos militares provistos de armas pesadas. Según su versión, las aldeas en poder de la guerrilla aguantan una verdadera lluvia de proyectiles procedentes de cañones y carros de combate mientras la infantería serbia trata de ganar posiciones.
Ambas partes difieren sobre el origen de los combates de este fin de semana. Los albano-kosovares denuncian la ofensiva serbia, especialmente en la zona de Decani, "en la que se teme un gran número de víctimas". Por su parte, los serbios aseguran que son ataques del ELK.
Los combates de las últimas semanas, los más violentos desde que hace seis meses se desencadenara el conflicto armado en la provincia yugoslava, han provocado una ola de refugiados kosovares de origen albanés que Naciones Unidas cifra en unos 200.000.
La situación más preocupante es la de decenas de miles de refugiados que, aterrorizados, vagan por las montañas y bosques de Kosovo sin agua, comida ni medicinas.
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