El PP de Cataluña rechaza las tesis segregacionistas

VIENE DE LA PÁGINA 1 El presidente local de UV en Castellón y miembro del consejo provincial de ese partido, Alfredo Monfort, considera que la fórmula más fácil para alcanzar una segregación sobre la que se pronuncian abiertamente sacerdotes como Joaquín Obón -prelado de uno de los pueblos limítrofes, Catí- pasa por "alcanzar un acuerdo dentro de la Iglesia". Sin embargo, comenta que "el Gobierno valenciano puede pronunciarse a nivel de las inversiones a realizar en los archiprestados del norte de Castellón". Los argumentos económicos son, precisamente, uno de los puntos sobre los que basan su reivindicación los miembros de UV: "Ha llegado el momento oportuno de adaptar los límites de la Iglesia a los de las comunidades autónomas porque no tiene sentido que, como sucede en este caso, los Gobiernos autonómicos tengamos que asumir inversiones en zonas que están gestionadas por mandatarios de Cataluña". El citado Monfort, además, denuncia implícitamente "cierto expolio" que podría, según dice, estar produciéndose por parte de Cataluña en el sentido de que "parte del patrimonio de las iglesias castellonenses está siendo captado por los museos catalanes". El diputado provincial por UV, José Manuel Igual, ratifica esta impresión: "Hay objetos que habían desaparecido y luego aparecen, sospechosamente, en Cataluña". El diputado comenta que el partido al que representa se planteará dar voz a los segregacionistas en el Parlamento valenciano. Otro caso Por su parte, Josep Maria Franquet, portavoz del Partido Popular y primer teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Tortosa, rechaza la segregación de la diócesis, "puesto que nada tienen que ver las divisiones administrativas con las eclesiásticas, del mismo modo que nada tienen que ver las divisiones militares con las topográficas". Josep Maria Franquet, es también partidario de modificar los actuales límites provinciales, aunque asumiendo como condicionante los límites autonómicos, según explica: "Si no existiera ese condicionante, posiblemente la región tortosina incluiría, a partir de una base histórica y cultural incuestionable, parte de la zona norte de Castellón". La polémica entre Tortosa y Castellón por culpa de los límites de los obispados tiene algunos parecidos con la que viven los obispados de Lleida y Barbastro, después de que éste asumiera las parroquias que están en la provincia de Huesca y que pertenecían al obispado leridano. Ahora, el obispado oscense reclama los bienes artísticos de aquellas parroquias que permanecen en el obispado de Lleida.Lo ampara el nuncio español. El obispado de Lleida ha anunciado su intención de apelar, dentro de la jerarquía eclesiástica, la decisión de la nunciatura.