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BALNEARIOSDatos de interés

El paraíso gaseoso

En 1928, el poeta Salvador Rueda tomó las aguas en Fuente Amargosa, en Tolox. El lugar, una quebrada rodeada de pinos, le pareció "un paraíso de la salud". A Rueda no le importó demasiado que el camino fuese escarpado y pedregoso, ni que el burro que le llevaba diese mil tumbos, moliéndole todos los huesos: disfrutó tanto que escribió unos versos de alabanza en los que agradecía a las aguas burbujeantes que le hubiesen devuelto la voz y la poesía. Han pasado 70 años. La carretera llega cómodamente al pie del balneario. Miles de visitantes vienen cada verano a tomar las aguas y a gozar de las bellezas naturales del entorno. Y también de las artificiales. El edificio de Fuente Amargosa -construido en 1870 y reconstruido en 1906, después de una tormenta que lo echó abajo-, se conserva a la perfección, con sus salas luminosas, sus ventanales, sus patios y sus escaleras decimonónicas. En un ambiente de calma aristocrática que parece sacado de un relato de Chéjov, los agüistas, con una fichita metálica en la mano, se sientan a esperar junto a unmarcador electrónico que controla los turnos. ¿Turnos? Sí, porque este es un balneario atípico, en el que no hay piscinas ni bañistas. Las aguas de Fuente Amargosa ejercen sus efectos desde dentro: los visitantes se las beben -tienen un sabor levemente amargo y vegetal-, o inhalan los gases que despiden, al natural o mezclados con extractos de pino y eucalipto. El proceso comienza con una visita a la doctora Iluminada Corvillo. "Aquí se tratan sobre todo enfermedades respiratorias, especialmente las de fondo alérgico", explica la doctora. Manuel Orgaz viene de Andújar con su hijo José Manuel. Los dos llevan ocho años tomando las aguas, porque tienen alergia al polen del olivo, cosa que, viviendo en Jaén, ya es mala suerte. Así que dedican 15 días al año a cuidarse: "esto es mucho mejor que la playa, más tranquilo, y además nos asegura un invierno sin demasiados medicamentos". Manuel, el agüista, charla con otro Manuel, el encargado del balneario, que se apellida Merchán y que ha pasado toda su vida en Fuente Amargosa. Ya su bisabuelo trabajó aquí; él representa a la cuarta generación de su familia, prueba viviente de salud después de respirar cada día las emanaciones de la fuente. Para los que no tengan tanta suerte y quieran completar el tratamiento a 300 metros del balneario está el hotel, un sitio silencioso envuelto en un jardín de película.Dirección C/ Extramuros s/n Tolox (Málaga). Tf.952 48 70 91 Aguas Bicarbonatadas Indicaciones Enfermedades respiratorias Precios De 5.000 a 15.000 pesetas la quincena

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