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Más que un símbolo

Los dictadores militares de Myanmar pusieron fin a la última detención domiciliaria de la líder democrática Daw Aung San Suu Kyi de la única manera que conocen: la fuerza. Había ido desde su casa en la capital hasta una ciudad de provincias para reunirse con otros políticos, y las tropas le bloquearon el camino. Durante seis días esperó en su coche abrasado por el sol, pacífica pero resuelta. Entonces los soldados la sujetaron al asiento trasero, expulsaron a sus acompañantes y la condujeron de vuelta a Rangún. La dureza del régimen y su negación a Daw Aung San Suu Kyi de sus derechos básicos de viajar y reunirse con quien quiera han provocado la condena de muchos Gobiernos (...). Pero en gran medida, incluso buscando apoyarla, estos ministros de Exteriores se han equivocado de objetivo ampliamente. "Aung San Suu Kyi es un símbolo, les guste o no", advirtió el ministro de Asuntos Exteriores de Nueva Zelanda a la junta de Myanmar (...) Un símbolo es una imagen, un icono, una imagen santa o parecida a Cristo. Daw Aung San Suu Kyi (...) se ha convertido en un símbolo de la democracia. Pero tratarla sólo, o principalmente, como un símbolo es menospreciarla, ya que es un líder político, dirige la Liga Nacional para la Democracia, que ganó abrumadoramente las elecciones parlamentarias de 1990, que el régimen militar sigue negándose a reconocer. (. . .) Tratarla como un símbolo saca a los dictadores de Myanmar del apuro de negociar con ella como el líder político legítimo que es. (...)

3 de agosto

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