Los rebeldes hutus matan a más de 100 civiles en el centro de Ruanda

La rebelión hutu, que combate contra el Gobierno de Ruanda, dominado por la minoría tutsi, dio muerte en la noche del viernes al sábado a 102 personas en Rushashi, en el centro del país, según informaron ayer fuentes militares. "El ataque estaba dirigido por jóvenes que procedían de la prefectura rural de Kigali, y las víctimas han sido asesinadas con machetes y porras", declaró el coronel Fred Ibingira, responsable militar de la región.El militar hizo estas declaraciones con motivo de la fiesta de la cosecha en Mbogo, comunidad vecina a Rushashi. "La población continúa encontrando cadáveres en el campo", señaló.

Los ataques de los rebeldes, que no se resignan a la derrota sufrida por el Ejército hutu en 1994, después de haber desencadenado un genocidio que se llevó por delante a cerca de 800.000 tutsis y hutus moderados, no han dejado de incrementarse desde que en noviembre de 1996 los refugiados hutus que estaban instalados en el este de Zaire (hoy República Democrática de Congo) volvieron a Ruanda.

El área de ataques de los rebeldes se circunscribía al noroeste ruandés, en la frontera con el antiguo Zaire, pero su presencia empieza a notarse en zonas del país que se creían seguras, como la propia región de la capital. El ataque de la noche del viernes es el segundo de gran calibre que se produce en las últimas semanas.

El pasado 12 de julio, un pequeño hotel fue incendiado mientras un numeroso grupo de camioneros y campesinos contemplaba la final de la Copa del Mundo de Fútbol. Buena parte de las 34 víctimas mortales fallecieron a causa de las quemaduras y otros a golpes de machete o de porras.

Mientras en la vecina Burundi, que comparte con Ruanda un mismo pasado histórico y el mismo desequilibrio étnico (cerca de un 85% de hutus y un 14% de tutsis), las negociaciones entre el Gobierno tutsi y la rebelión hutu sigue sus pasos en la la localidad tanzana de Arusha, la inestabilidad y la inseguridad se extienden por Ruanda. En algunas regiones del noroeste del país los rebeldes cuentan con indudable apoyo de la población.