España, entre los ocho mejores
La selección tuvo que aplicarse para vencer a un flojo Brasil
La selección española cobró ayer intereses por adelantado: cuarta jornada, cuarta victoria -esta vez algo más holgada ante Brasil- y pasaporte para los cuartos de final que se disputarán el próximo viernes. Por medio quedarán dos partidos, el de hoy ante Estados Unidos (21.00) y el de mañana ante Lituania para intentar evitar en el cruce a los dos rivales más temidos: Yugoslavia y Grecia, hasta ahora, junto a España, los únicos imbatidos en el torneo.La hoja de servicios del grupo de Lolo Sainz es impecable en su balance global, pero si se va un poco más allá del escaparate, se ve y, a veces hasta se soporta, el desarrollo de los partidos, y se repasa lo que han necesitado los jugadores españoles para sacarlos adelante, se percibe que es éste un equipo al que le gusta jugar a contrapelo, sacar lo mejor de sí mismo cuando toca fondo y que necesita motivaciones extra como cuando se encontró con la soga al cuello ante Australia -siete puntos de desventaja a tres minutos para el final-, como cuando evitó el desastre ante Argentina- a la que venció en la prórroga después de haber estado a punto de despilfarrar 12 puntos a poco del final- o como ayer cuando se convirtió en una sombra de sí mismo durante catorce primeros y horribles minutos y una última fase en la que volvió a ser incapaz de mantener las distancias que llegó a marcar: 55-36. Es el español un equipo que no está sabiendo ganar sin ensuciarse y sin sufrir.
Brasil, con uno de los equipos con menos recursos y más falto de centímetros de su historia, se pasó más de un cuarto de partido sacando de quicio a Sainz y a su equipo (15-23). No hicieron nada del otro mundo los brasileños. Pero es que España...Una canasta en juego, de Orenga, durante casi ocho minutos, fruto del compendio de pequeños pero constantes errores: pérdidas de balón, despistes defensivos, faltas absurdas hasta en ataque y, por supuesto, fallos tanto a la hora de ganar posiciones para el tiro como a la hora de ejecutarlo.
A fuerza de pequeños granos de arena, un contrataque, una primera canasta de Herreros transcurridos ya 18 minutos, en fin, a través de muy sutiles aspectos, fue haciéndose dueña del partido España. No le hacía falta mucho más porque los brasileños acusaron enseguida las faltas de Josuel y no lograron los extraordinarios porcentajes en el tiro exterior que reclamaba su disposición en ataque, resignada a no utilizar practicamente a su línea de pivots. Lo de Brasil, fue el colmo. Después de obtener la ventaja de ocho puntos (15-23) pasó ocho minutos, hasta bien entrada la segunda parte, en los que sólo anotó tres tantos mientras que encajó 26: 50-32. Lo mejor para España fue que Dueñas realizó por vez primera una labor que llegó al aprobado, que durante algunos minutos la pareja formada por Herreros y Angulo logró funcionar y dotar de mayor tiro exterior al equipo, que Azofra debutó con relativo éxito y que Nacho Rodríguez y Reyes continúan siendo valores fiables para el colectivo. Pese a todo, España volvió a rizar el rizo. Ganaba por 19 puntos, 55-36, tal como correspondía por la floja oposición que podía presentar los brasileños, pero en un abrir y cerrar de ojos, estos lograron situarse a sólo siete puntos: 60-53 cuando faltaban tres minutos para el final. España salió del entuerto pero añadió otra mancha a un triunfo que la coloca entre las ocho mejores.
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