Ruiz-Gallardón dejó sin gastar 57.000 millones del presupuesto de 1997
El Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón (PP) dejó sin gastar 57.320 millones de pesetas del presupuesto aprobado en 1997 para la Comunidad de Madrid y sus organismos autónomos (sin incluir a las empresa públicas), lo que supone un 9% del total. Los siete consejeros demostraron su eficacia al pagar los gastos corrientes (luz, agua, medicinas para los hospitales, alimentos para las residencias de ancianos) y la nómina de los trabajadores.Esa gestión eficaz no se repitió cuando los ministros de Ruiz-Gallardón tuvieron que gestionar sus gastos para inversiones. En este capítulo, la ejecución del presupuesto, según la liquidación aprobada hace unas semanas por la Consejería de Hacienda, fue mucho menor y sólo alcanzó el 80%.
De los 57.320 millones de pesetas que dejó sin gastar el ejecutivo madrileño, más de la mitad (30.000 millones) correspondía a inversiones directas o a transferencias de capital (dinero que concede la Comunidad a otras instituciones para que hagan obras).
Los departamentos más afectados por inversiones que nunca llegaron a ejecutarse fueron la Consejería de Obras Públicas, cuyo plan regional de Vivienda embarrancó estrepitosamente; y la Consejería de Medio Ambiente y Desarrollo Regional, que sólo pudo gastar seis de cada diez pesetas destinadas a obras en los 179 municipios madrileños.
El consejero de Hacienda, Antonio Beteta, hizo pública esta semana su satisfacción en un comunicado en el que recordaba que la ejecución del 91% del presupuesto suponía un buen resultado, y se ufanaba del superávit conseguido durante el pasado ejercicio.
La Comunidad de Madrid ingresó 7.300 millones de pesetas más de lo que gastó durante 1997, cosa que no ocurría desde hace tres años. El superávit contrasta con la falta de ejecución de planes de inversión tan importantes como la construcción de viviendas o las obras para dotar a los municipios madrileños de los equipamientos o mejoras que necesitan.
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Ganancias
Obras Públicas gastó sólo 48 millones de los 1.200 presupuestados para el plan de vivienda
Los 30.000 millones de inversiones que no se aplicaron al fin previsto durante 1997 permitieron al consejero de Hacienda, Antonio Beteta, cerrar el ejercicio con ganancias (más ingresos que gastos).El año pasado, a diferencia de 1996, fue redondo para las oficinas regionales de recaudación. La Consejería de Hacienca había previsto ingresar por el cobro de impuestos indirectos (sucesiones, donaciones, actos jurídicos documentados, transmisiones patrimoniales, y juego) 165.303 millones de pesetas. Al cuadrar las cuentas a finales de diciembre, Hacienda se encontró con una recaudación próxima a los 200.000 millones de pesetas (un 20% más de lo previsto).
Si la ejecución del capítulo de gastos se quedó en el 91%, los ingresos se elevaron al 92% del presupuesto previsto por el Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón. En los dos años con presupuestos elaborados por el PP (1996 y 1997), el Ejecutivo regional ha dejado sin gastar 130.000 millones. A esta insuficiente ejecución del presupuesto, el presidente autonómico siempre ha respondido argumentando que lo hacían para no incrementar el defícit.
Pese a esa teoría, en 1996 cerraron el presupuesto con unas pérdidas superiores a 5.000 millones de pesetas (gastaron más de lo que ingresaron). En 1997 han corregido esa tendencia cerrando el ejercicio con unos beneficios algo superiores a las pérdidas del año pasado.
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