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El PSOE afirma que la presión política y mediática sobre el tribunal vició el proceso

Los socialistas acatan la sentencia, aunque "Barrionuevo y Vera han sido condenados sin pruebas"

El PSOE reaccionó ayer con una dura declaración de 10 puntos a la condena por el Tribunal Supremo del ex ministro del Interior José Barrionuevo y del ex director general de la Seguridad del Estado Rafael Vera por el secuestro de Segundo Marey hace 15 años. Los socialistas denuncian que la "intolerable presión político-mediática que se ha ejercido sobre el tribunal" con el fin de quebrar su independencia ha contaminado políticamente el proceso y viciado su desarrollo, y hace un llamamiento al voto de los españoles para restablecer las reglas del juego democrático. El PP salió ayer al paso de la declaración, que calificó de provocación.

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Los socialistas acatan la sentencia del Supremo, pero discrepan "radicalmente" de ella porque creen que el juicio contra Barrionuevo y Vera les ha condenado sin pruebas y, por tanto, se debía haber proclamado su inocencia. A juicio del PSOE, el caso Marey fue impulsado en el contexto de una operación política para desplazarlo del poder tras las elecciones generales de 1993, y asegura que desde el PP, con el concurso de dirigentes de IU y de algún medio de opinión, se ha intentado durante estos años instrumentalizar la acción de la justicia. El PSOE denuncia "la actuación de quienes, antes desde la oposición y ahora desde altas responsabilidades de gobierno, han tratado de condicionar la acción de la justicia dirigiendo estrategias, conformando declaraciones, prometiendo perdones, reclamando una sentencia que se acomodase a sus exigencias y advirtiendo de los riesgos que se producirían si los jueces y tribunales no se ajustasen a sus manifestaciones". El PP respondió a estas acusaciones a través de su coordinador general, Ángel Acebes, quien aseguró que su partido no "va a participar en ninguna estrategia que busque la confrontación". Barrionuevo y Vera acudieron ayer a la sede del Tribunal Supremo a recoger la sentencia. El ex ministro del Interior culpó a los magistrados que le han juzgado de dictar una resolución "injusta" que condena "sin pruebas y por prejuicios" a unos "inocentes", y aseguró que no va a pedir clemencia a quienes le han estado persiguiendo.

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