Lizón dimite mientras las Cortes debatían su destitución como Síndic de Greuges

Los miembros de la Comisión de Peticiones de las Cortes aún se encontraban reunidos ayer para declarar vacante el puesto de Síndic de Greuges cuando llegó a la sede del Parlamento valenciano un escrito de renuncia del actual titular de la Sindicatura, Arturo Lizón. Éste, que había anunciado que acataría cualquier decisión que adoptara un órgano representativo de la Cámara en torno a su relevo, se adelantó a los diputados. El adjunto primero al síndico, Juan Ferrando Badía, asume las riendas de la institución hasta que las Cortes elijan al sustituto de Lizón.

"Una vez emitida la opinión que había solicitado de un órgano representativo de las Cortes Valencianas, y en consonancia con lo manifestado en mi escrito de fecha 23 de los corrientes, por el presente formulo expresa y formalmente mi renuncia, una vez terminado mi mandato ordinario, a continuar en funciones al frente de esta institución". Este texto firmado por Arturo Lizón, que el síndico envió ayer por la mañana, habría sido del todo pertinente de no ser porque llegó a la sede del Parlamento cuando la reunión del "órgano representativo de las Cortes Valencianas" -la Comisión de Peticiones- al que hacía referencia todavía no había concluido y, por tanto, aún no había emitido la "opinión" solicitada por el titular de la Sindicatura de Greuges. "Nos podría haber ahorrado la reunión", dijo con humor Antonio Moreno, portavoz del Grupo Socialista. La mencionada comisión parlamentaria acordó que el presidente de las Cortes, Héctor Villalba, de acuerdo con la ley de la Sindicatura, declarara vacante el puesto de Lizón y que su lugar sea ocupado de forma interina, durante los próximos tres meses, por el actual adjunto primero, Juan Ferrando Badía. Por acuerdo de la comisión, el próximo síndico recibirá el encargo de enviar a la mayor brevedad una propuesta de modificación del reglamento de la Sindicatura, que en su actual redacción contradice a la ley en algunas cuestiones, como la relativa al relevo del síndico. Los dos grupos mayoritarios de la Cámara, populares y socialistas, deberán ponerse de acuerdo para elegir al sustituto de Lizón. La elección requiere una mayoría cualificada de dos tercios, que sólo se puede conseguir mediante un acuerdo entre socialistas y populares. De momento, el PSPV ha rechazado los candidatos propuestos por el PP. El último ha sido el ex presidente de la Audiencia de Alicante Luis Figueiras, que para los socialistas no reúne el perfil adecuado. "Me voy con la satisfacción de haber luchado hasta el final por la independencia de la institución". Con esta frase resumió ayer Arturo Lizón su legado como primer Síndic de Greuges tras agotar el mandato de cinco años, informa José Emilio Munera. Satisfecho con su trayectoria, pero dolido con la polémica partidista que ha salpicado su cese, Lizón añadió: "No tiene sentido discutir para permanecer un mes más, pero no consiento que los partidos o el Ejecutivo decidan sobre un alto comisionado que depende exclusivamente del Parlamento". El enfado de Lizón aumenta cuando se vincula su renuncia a la intervención de los socialistas Joan Romero y Antonio Moreno. "Eso no es cierto. El PSPV no manda en mí desde que me di de baja del partido", se lamenta, "pero tiempo al tiempo. Ahí queda mi trabajo y mis cinco informes anuales". El Síndic cesante acata la decisión de las Cortes, pero mantiene su discrepancia jurídica de fondo: "La ley y el reglamento no se oponen, sino que éste viene a rellenar un vacío legal sobre la sustitución del titular de la Sindicatura. No voy a discutir las opiniones políticas, pero yo, como profesional del derecho, me mantengo en mi interpretación jurídica del caso". "Me da igual que acceda interinamente Badía", concluyó.