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El TSJA archiva las diligencias contra la entidad que trasladaba niños bielorrusos

La Fiscalía de Menores del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha archivado las diligencias abiertas el pasado verano, a instancias de la Consejería de Asuntos Sociales, contra la Fundación Grama, la entidad que organizó el traslado a distintas provincias de la comunidad de cientos de niños bielorrusos, supuestamente afectados por radiaciones nucleares, que habían sido acogidos voluntariamente en casas particulares. El patronato de la fundación exigió ayer al consejero de Asuntos Sociales, Isaías Pérez Saldaña, que rectifique las acusaciones contra Grama.

La actividad de la Fundación Grama fue suspendida cautelarmente por la Junta. El auto de archivo se basa en distintos informes aportados por la propia fundación, la Consejería de Asuntos Sociales y por la secretaría de Servicios Sociales del Ministerio de Trabajo. Además, señala la Fiscalía, se ha examinado el "listado de menores a cargo de tal entidad, donde se observa el lugar de la asignación de los mismos, así como su reingreso a sus países de origen". En ningún caso la actividad de Grama ha revestido carácter de delito conforme dispone la ley de Enjuiciamiento Criminal". La Junta suspendió el desplazamiento de niños bielorrusos a España al sospechar que Grama no era una institución filantrópica, sino que actuaba como una agencia de viajes. Miguel Ángel Álvarez Puerto, secretario del patronato de la fundación, aseguró ayer que la Junta está supervisando este verano programas idénticos "con niños con las mismas características que los que vinieron el verano pasado y en las mismas condiciones, siendo en muchos casos los mismos niños que repiten". "Se condenó a la Fundación Grama paralizando sus actividades para permitir este año lo mismo que se hacía el pasado", agrega el representante de la entidad. "¿Quién repara el tremendo daño moral causado no sólo a la propia institución que ha visto su imagen muy dañada, además de sus programas paralizados, sino también a las personas en concreto, con nombre y apellidos, que se han visto tratados como estafadores por el solo hecho de tener ideales altruistas y llevar a cabo la ayuda solidaria desinteresada?", pregunta en un comunicado la Fundación Grama. A tenor del auto de archivo decretado por la Fiscalía de Menores ha quedado claro, a juicio de los patronos de Grama, que no han cobrado "una sola peseta a nadie". En cambio, agregan, se han visto involucrados "en una campaña de desprestigio dirigida hacia a ella a través de los medios de comunicación y propiciada desde una consejería que, quizá mal informada y aconsejada, se dio cuenta a destiempo de que una fundación en Andalucía estaba realizando un trabajo que podía ser perfectamente controlado e incluso asumido por ella". Sin embargo, "no tuvo la iniciativa a tiempo para hacerlo, aunque sí la imperiosa necesidad de colgarse medallas a costa de la honestidad de esta fundación y su patronato, legal y altruista".

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