Bombardeo

JUANJO GARCÍA DEL MORAL Las elecciones autonómicas y municipales no se celebrarán hasta el mes de junio del próximo año, pero ya están aquí, muy cerca, las tenemos prácticamente encima. Aunque la cuenta atrás empezará a la vuelta de las vacaciones, en septiembre, los partidos ya actúan claramente en clave electoral. Los últimos cuatro meses de este año serán muy importantes para todas las formaciones, que esperan llegar a la línea de salida, en enero de 1999, con los deberes hechos, de manera que desde ese momento hasta el día de la votación sólo necesiten redondear la faena. Ya estamos, pues, en campaña; ya asistimos al espectáculo consistente en arrimar el ascua a la propia sardina y en criticar todo lo que provenga del bando contrario. Los partidos se afanan ya en esa labor, ponen en marcha sus aparatos publicitarios y renuevan sus estructuras organizativas. Pero la campaña electoral no es cosa sólo de los partidos. El Consell también juega. De hecho, ha sido el primero en ponerse las pilas. Su considerable aparato de agit-prop ha incrementado su actividad de forma notable. Se percibe en el creciente volumen de los sobres que llegan a las redacciones, en el progresivo aumento de trabajo de los receptores de fax y en la intensificación del pressing telefónico. Es un auténtico bombardeo. Pero en su afán por difundir las bondades de la gestión, los servicios de prensa del Gobierno muy a menudo se pasan, ya que, sin dejar de emitir los comunicados relativos a todas aquellas cuestiones de verdadero interés para los ciudadanos, incluyen notas y convocatorias rayanas en el ridículo y que, además, tienen la osadía de repetir hasta la saciedad. Es el caso de una nota emitida la pasada semana, que fue enviada hasta cuatro veces y que, al tiempo que anunciaba la firma de un convenio para la puesta en marcha de una estación de bombeo de agua filtrada de mar para dar servicio a instalaciones de lavapiés en la playa, invitaba a asistir a una prueba del artilugio en cuestión. En este caso el agit-prop no surtió efecto: tan magno evento no mereció siquiera la habirual nota informativa de los servicios de prensa de Presidencia.