NO ANFITRIÓN
Cuando el príncipe italiano Girolamo Strozzie cursó una invitación al primer ministro británico Tony Blair para que pasase sus vacaciones de verano en su casa de San Gimignano, en Toscana, que cuenta con 50 habitaciones, nunca imaginó que al aceptarla le obligarían a abandonar su domicilio. En lugar de ser los anfitriones de Blair y su familia las dos semanas que permanecerán allí, han sido informados por funcionarios británicos que deben marcharse de casa para "que la familia Blair pueda disfrutar plenamente de su intimidad". Según fuentes cercanas al príncipe comentaron a The Sunday Telegraph, éste junto con su esposa e hijas han tenido que buscar una residencia para esos días del mes de agosto. Esas fuentes señalan que el príncipe Strozzie ha sido advertido por el Foreign Office que no debe revelar ningún detalle del acuerdo con el primer ministro. Un portavoz de Downing Street señaló escuetamente que "se recibió una invitación de la familia y se aceptó, no haremos ningún otro comentario, no queremos entrar en detalles".-
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