El certamen de habaneras de Torrevieja recuerda el centenario de la pérdida de Cuba
Desde el pasado sábado Torrevieja vive inmersa en su ya tradicional Festival de Habaneras. El singular recinto de las Eras de la Sal, situado al borde del mar, acoge un año más a los aficionados al cante coral y en especial a la modalidad que marca el compás dos por cuatro: la habanera. La vinculación de los torrevejenses con el mar se hace evidente cada año en este certamen donde adeptos y curiosos se dan cita para escuchar las voces que se esfuerzan por realizar una brillante interpretación ante un público entendido y capaz de realizar su propia crítica.
El Festival de Habaneras de Torrevieja conoció su primera edición el día siete de agosto de 1955. Este año, pues, cumple su 44 aniversario. La idea tuvo una importante aceptación entre el público torrevejense que hizo que la muestra lograra una rápida consolidación, gracias a la afinidad existente con la interpretación de habaneras, que por otro lado era la modalidad que centraba la actuación de las corales participantes. En el año 1964 la organización decidió introducir dos obras de polifonía de libre elección con lo que se convirtió en certamen nacional de habaneras y polifonía. La organización aprovecha las bodas de plata del festival para plantearse un nuevo reto: la presencia de corales de los cinco continentes en el recinto de las Eras de la Sal. El propósito culminó el pasado año con la participación de una coral de Nueva Zelanda. La celebración de este año 1998 viene centrada en la recreación del centenario que marcó a la España de hace un siglo, tras la pérdida de sus últimas colonias, en Filipinas y la emblemática perla del Caribe, la isla de Cuba. Así, coincidiendo con la muestra polifónica y de habaneras, la Universidad del Mar de Murcia desarrolla en Torrevieja durante esta misma semana el curso titulado: "Entre cimientos de sal y columnas de azúcar: España y Cuba de un 98 a otro". Obviamente la presencia caribeña se hace patente con la participación del coro cubano "Cantores de Cienfuegos" y de los venezolanos de Isla Margarita de la coral universitaria "Inocente Carreño", que asistían a la velada de inauguración del pasado sábado como espectadoras, puesto que su actuación está prevista para el viernes 31 de julio. Algunos de sus miembros confesaban que se trata de su primera experiencia cantando habaneras, "aunque llevamos seis meses ensayando", aseguraba Richard Martínez, estudiante de turismo, que al igual que sus compañeros apuntaba que el canto coral es una afición a la que dedica su tiempo libre. Para Glen Rodríguez, que sí que compagina su pertenencia a la coral venezolana con sus estudios de música, no es difícil adentrase en la habanera "porque son canciones muy dulces y sobre todo conocer su origen relacionado con nuestro Caribe nos hace que llegue más". A lo largo del certamen el recinto de las Eras de la Sal acogerá a 2.000 coralistas pertenecientes a grupos procedentes de Cuba, Chile, Venezuela, Filipinas, Letonia, Yugoslavia, Rusia, Hungría y españoles de Madrid, Burjassot, Alagón, Crevillente, Neia, Arrecife Callosa del Segura, entre otras.
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