¿Quién teme a la EPO?
Los médicos de los equipos hablan sólo bajo reserva de anonimato. Lo hacen para no ser señalados con el dedo y porque saben que sus testimonios serán leídos con dosis de escepticismo e incredulidad. "¿Qué van a decir si viven de esto?", se imaginan que pensará el aficionado cuando lea sus declaraciones. "¿De qué nos vale decir que la tan temida EPO no es la más peligrosa de las sustancias cuando ya está criminalizada de antemano?", pregunta un médico cuando se le pregunta por la sustancia de moda, la que ha llevado a la cárcel a medio equipo y ha desatado sobre el Tour la tormenta más grande de su historia. Pero el médico habla.El médico, un experto en el estudio de los efectos del entrenamiento en altitud, se pregunta. "¿Sabe cuál es el objetivo de entrenar a más de 2.000 metros de altura?". Y se responde: "Aumentar la eritropoietina que produce el cuerpo de forma natural. En altitud desciende el oxígeno en el aire y el organismo, para seguir funcionando normalmente, fabrica más glóbulos rojos, los encargados de transportar el oxígeno en la sangre, para paliar ese déficit. Cualquier persona que suba a más de 2.000 metros aumenta su EPO. ¿Es eso malo para la salud? A los pilotos de avión les sube la EPO. ¿Es eso malo para la salud? Un escalador de ochomiles vuelve del Himalaya con 60 de hematocrito. ¿Es eso malo para la salud? En España, el Consejo Superior de Deportes ha construido un Centro de Alto Rendimiento en (Sierra Nevada) para que los deportistas aumenten su capacidad de transportar y consumir oxígeno. ¿Está fomentando el CSD el dopaje?".
-Pero no es lo mismo hacerlo de forma natural que con EPO sintética.
-"Para el organismo es lo mismo", responde otro médico. "Los productos sintéticos de sustancias que produce el organismo de forma natural, como también la hormona del crecimiento, que por cierto, se usa tranquilamente en Estados Unidos en clínicas de rejuvenecimiento, son menos peligrosas para la salud que la química que no produce el cuerpo, como los esteroides anabolizantes o la última moda, los PFCs (perfluorocarbonos). Lo de esta moda me hace gracia. Se habla de los PFCs como una cosa novísima cuando si se le pregunta a cualquier médico de un servicio de urgencias los conoce".
La leyenda negra persigue a la EPO desde que se empezó a utilizar, hace unos 10 años. Se habla de no sé cuántos deportistas muertos mientras dormían debido a que la sangre con alto nivel de hematocrito ("espesa como el asfalto", en dramática descripción) se atascaba en el corazón cuando éste, en reposo, marchaba a 30 pulsaciones. Asegura un exciclista: "Al principio, en Bélgica y Holanda pensaban que cuanto más se inyectaran más correrían. Yo llevaba un control completo. Me medía regularmente el hematocrito. Nunca tuve ningún problema".
"La EPO parece el demonio", cuenta otro médico, "porque es de circulación restringida y hay que abastecerse en el mercado negro. Es como si traficaras con droga. Por eso cuando se habla de la EPO parece que se habla de un producto clandestino, como si fuera el séptimo misterio de Fátima".
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