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TOUR 98

"Le Monde" pide en un editorial que pare la carrera

"Hay que parar este Tour", "El pelotón debe poner el pie en tierra y proceder a su examen de conciencia", "Por una vez, el espectáculo no debe continuar". Lo dijo ayer Le Monde en un editorial que no estaba inspirado precisamente en el significado de las imágenes que mostraron al mediodía a los corredores sentados en el suelo con sus bicicletas tiradas en el asfalto. "El Tour de Francia 1998 se ha terminado. A decir verdad, jamás ha empezado. ¿Quién podrá ahora alegrarse de ver entrar en París el próximo 2 de agosto a los restos de un pelotón comprometido en su reputación? ¿Quién querrá aplaudir al vencedor de una carrera sin fé, ni ley?", se interrogó el diario francés.Aunque el prestigioso verpertino fue ayer el más audaz de los medios franceses a la hora de encarar el asunto, la impresión general es que el Tour vive momentos trascendentales, probablemente la crisis más aguda de su historia de 95 años. La ministra de Deportes francesa, Marie George Buffet, ha dicho: "Es necesario que el Tour siga. Está gravemente enfermo, pero no es preciso matarlo".

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El periódico Liberation reclamó una reacción valiente del mundo ciclista, "una severa cura de desintoxicación", ya que, de lo contrario, indicaba ese diario "el Tour se parará, y no como reclaman algunos por purismo moral, sino por repugnancia de los espectadores".

Menor audiencia

No es un comentario gratuito. Según los datos de audiencia de la televisión, el número de espectadores de esta segunda semana es 3,8 millones de personas, 1,6 millones menos que los que siguieron la prueba el pasado año. El retraso en casi dos semanas del inicio del Tour explica sólo en parte esa drástica reducción de la audiencia.Por si su mensaje no había quedado suficientemente claro, Le Monde dió un toque de atención expreso a la propia sociedad del Tour compuesta por los diarios L"Equipe y Le Parisien. "El grupo propietario no ignora los extraños hábitos del pelotón y los terribles efectos del dopaje. A él le toca impedir el naufragio de esta prueba y de salvar y relanzar sobre buenas bases a esa competición, la más prestigiosa de todas", indicó el rotativo. El mismo L"Equipe apuntaba ayer que "hay prisa por llegar a Paris, prisa por que el ciclismo haga su propia revolución" y porque la ciencia de quienes buscan la aplicación de la ley reduzca "la ventaja de 10 años" que les llevan aquellos "capaces de hacer bajar el nivel hemotocrito en los minutos previos al control sanguíneo".

Otros medios informativos franceses descargaron el peso de la culpa sobre los médicos de los distintos equipos. Nadie duda de que el dopaje es una práctica colectiva en el pelotón.

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