Los careos fueron un elemento decisivo para condenar a Barrionuevo

Los careos que mantuvo durante el desarrollo de la vista del juicio el ex ministro de Interior José Barrionuevo con el ex gobernador civil de Vizcaya Julián Sancristóbal y con el ex secretario de los socialistas vizcaínos Ricardo García Damborenea fueron determinantes para que los magistrados del Tribunal Supremo que han juzgado el caso Marey se inclinaran por una sentencia condenatoria de 13 años de cárcel para el ex ministro. Barrionuevo se negó ayer a hacer declaraciones sobre el fallo adelantado por EL PAÍS.

Para Rafael Vera, ex secretario de Estado para la Seguridad, condenado a la misma pena, la sentencia responde a una decisión politizada. En los careos a los que fue sometido por sorpresa José Barrionuevo con Sancristóbal y Damborenea la mayoría de los magistrados observaron una actitud de debilidad del ex ministro frente a sus contradictores, al tiempo que daba muestras de nerviosismo, como cuando llamó "delator" a García Damborenea. Esta explicación se recogerá, previsiblemente, en los fundamentos jurídicos de la sentencia, que será notificada a las partes la próxima semana. Las reacciones a la aprobación del fallo sobre la primera acción reivindicada por los GAL se multiplicaron ayer. El PSOE hizo público un comunicado en el que proclama su convencimiento de la inocencia de Barrionuevo y Vera, y califica la "filtración" de "interesada e irresponsable". El PP, por su parte, fue muy cauto, y las pocas voces que se alzaron, como la de su portavoz de Justicia, Andrés Ollero, lo hicieron para señalar que hay responsabilidades más altas por encima de las de los condenados. IU y PNV exigieron también responsabilidades políticas. El malestar por que se haya podido conocer el fallo fue también patente en el Tribunal Supremo. El Consejo del Poder Judicial estudia abrir una investigación al respecto.