La ciudad y el coche
El siglo XX pasará a la historia por muchos motivos: por haber sufrido las guerras más sangrientas y crueles que se recuerdan, por el cine, por el desarrollo de la aeronáutica, por el comunismo, por el fascismo, por los increíbles avances de la ciencia y la tecnología...Pero uno de los inventos que más nos han cambiado la vida en este siglo es el coche. No sé las decenas de millones de personas que trabajarán en este mundo en la fabricación de automóviles, talleres de reparación, constructoras de carreteras, compañías de seguros, gasolineras, venta de recambios, asistencia en carretera, policías de tráfico, chóferes, cobradores de peaje y no sé cuántas profesiones más relacionadas con el mundo del coche.
Las ciudades crecen y se desarrollan alrededor de las grandes vías por donde circulan los automóviles.
Lo primero que se construye en cualquier futura zona residencial son las calles por donde circularán los vehículos particulares. Los habitantes de las grandes urbes emigran de sus centros urbanos, entre otras cosas, por la dificultad o la imposibilidad de poder aparcar.
Nuestros adolescentes, nada más cumplir los 18 años, se sacan su carné de conducir, y en cuanto encuentran su primer trabajo, por muy precario que éste sea, se compran su primer utilitario. Hay ciudades que se llenan de túneles (unas más que otras), aparcamientos subterráneos o pasos elevados para facilitar la vida a los sufridos conductores.
Y después de todo esto, ¿alguien me puede explicar por qué últimamente se está generalizando en nuestras ciudades el ensanche indiscriminado de aceras con la consiguiente eliminación de aparcamientos de superficie? ¿Dónde van a aparcar los usuarios de coches particulares que no tengan dinero para adquirir una plaza de aparcamiento? ¿Hay un proyecto de ciudad razonable donde puedan convivir los ciudadanos y los automóviles? Y, por último, ¿se figuran Madrid, Barcelona o Soria sin coches particulares en su casco urbano?- . .
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