Un nuevo orden para las bicicletas

El Ayuntamiento de Torrent elabora un Plan Director de Vías Ciclistas con carriles y sendas por todo el municipio.

Más de 123.000 metros de vías adaptadas al mundo de los ciclistas, 1.800 señales de circulación y 1.980 plazas de aparcamiento para bicis pueden transformar el tráfico de un municipio de L"Horta Oest. El paisaje urbano dibujado en el último proyecto elaborado para Torrent es un paraíso para los aficionados a las dos ruedas. El consistorio acaba de recibir el estudio titulado Plan Director de Vías para Bicicletas del Término Municipal de Torrent, un complejo trabajo encargado al colectivo cultural Paleta d"Ocres que ha costado 1.950.000 pesetas. No se trata de "dibujar fideos", como define Paco Tortosa, director del proyecto, a las iniciativas de muchos municipios, que se lavan la cara con unos cientos de metros de carril-bici que apenas sirven para que los niños aprendan a montar en triciclo. El documento es un auténtico plan director que analiza las necesidades concretas de la población y establece qué vías urbanas y qué recorridos exteriores pueden adaptarse al paso de los velocípedos. El panorama dibujado en los primeros capítulos del estudio es triste: no hay una planificación de orden regional y las infraestructuras existentes son incoherentes porque no están conectadas entre sí. Una situación que contraviene, a juicio del experto, el escenario diseñado en la cumbre de Kioto, que obliga a reducir la emisión de gases con efecto invernadero y a potenciar los transportes limpios. Para Tortosa, es un contrasentido que todo el mundo vaya en automóvil, con enormes atascos en hora punta, a un polígono industrial que está a kilómetro y medio del casco urbano, a cinco minutos en bici. "¿Pero si no pones carriles con qué morro le dices a los ciudadanos que vayan en bicicleta a trabajar?", se pregunta el experto. Por eso, además de proponer una red urbana de 31,24 kilómetros, el plan prevé otros 92,25 de trayectos fuera de la ciudad. 14 de estos últimos supondrán una nueva infraestructura adosada a la ya existente, que también contempla el diseño de cruces seguros con otras calzadas. Pero otros 78 consistirán en la adaptación, mediante señales de tráfico horizontales y verticales, de carreteras con poco tráfico en vías mixtas. Se trata de vías de pocos kilómetros en las que muchos ciclistas se aventurarían si los coches circularan a 40 kilómetros por hora. Se basa esta red en seis ejes principales que cruzan el municipio hacia el oeste y el sur para conectar con Cheste, Godelleta, Montserrat, Picassent, Alcàsser y Albal. ¿Qué pasará cuando se acabe la vía amable? "Los ciclistas entrarán en una carretera normal a jugarse la vida", explica Tortosa. En dirección a Valencia habría que adaptar las carreteras C-3215 y VV-3014. El proyecto -que también ofrece hasta itinerarios con valores turísticos, de ocio, pedagógicos o deportivos- propone dos alternativas económicas, según se hagan los carriles urbanos al nivel de la calzada o de la acera. La primera opción costaría 188 millones de pesetas. El coste de la segunda subiría a los 415 millones. De momento, Torrent también ha contratado con Paleta d"Ocres una campaña itinerante de varios meses para divulgar el proyecto con charlas y audiovisuales en colegios, asociaciones vecinales y otros colectivos. La idea ha cundido. el Ayuntamiento de Carcaixent ha pedido la elaboración de su propio plan y el de Ontinyent ha mostrado interés.