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La compra en supermercados del litoral puede ser hasta un 25% más cara que en los híper

Cádiz es la zona de la costa andaluza con precios más altos y donde la diferencia es mayor

La Costa del Sol es el polo de atracción del turismo andaluz y sus comercios y servicios tienen la reputación de tener los precios más elevados del litoral, sobre todo en temporada alta. Esto no es del todo cierto, al menos en el sector de la alimentación. Un muestreo realizado entre el 15 y el 17 de julio por este periódico en diez supermercados e hipermercados de las provincias costeras pone de manifiesto que la cesta de la compra es más cara en Cádiz. La comparación entre las grandes superficies y los comercios de tamaño medio de Almería, Cádiz, Huelva, Granada y Málaga arroja otro dato: realizar la compra en los supermercados puede suponer, por término medio, pagar entre un 5% y un 25% más que en los hipermercados.

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Los meses de julio y agosto, la temporada alta del sector turístico -en estos días la población de numerosas localidades de la costa se multiplica- , son señalados por las organizaciones de consumidores como fechas propicias para los abusos en los precios de bienes de consumo generalizado. El muestreo realizado por este periódico en destinos preciados por los visitantes como Torremolinos (Málaga), Marbella (Málaga), Cádiz, Punta Umbría (Huelva), Motril (Granada) o Almería, sí deja clara una tendencia: los precios medios de los bienes en los supermercados son más altos que los de esos productos en las grandes superficies. La cesta de la compra ha sido confeccionada a partir de 12 productos básicos, de distribución generalizada y de la misma marca, para poder hacer una comparación homogénea. Si bien en los productos más extendidos como la leche, el refresco de cola (salvo el caso del supermercado gaditano), el azúcar, los huevos o el aceite de oliva las diferencias son moderadas -se sitúan en una horquilla entre el 5% y el 10%-, el contraste de precios entre las las grandes superficies y los locales de tamaño medio se dispara en los otros productos registrados. Así, hay ejemplos de grandes diferencias en la cerveza (el litro cuesta 155 pesetas en el supermercado almeriense por 119 en el híper), o en los yogures (salvo el caso de Huelva donde la relación se invierte). En el café, por ejemplo las diferencias entre la pequeña (345 pesetas el paquete de 250 gramos) y la grande (225) son muy marcadas. Contraste que se reproduce en el caso de la mantequilla, siempre más cara en los supermercados que en los híper. La comparación en los productos de limpieza y los geles de baño también refuerza la tendencia expuesta: la cesta de la compra sale más barata en las grandes superficies. Marbella no es tan cara La lectura de los datos del enclave turístico por excelencia de la Costa del Sol, Marbella, indica que, al menos en el sector de la alimentación, la correlación entre oferta de alto nivel y precios no es tan fuerte como se podía prever. Los productos en el hipermercado visitado en la ciudad gobernada por Jesús Gil sólo son los más caros en dos categorías (detergentes y botes de gel) y en el resto de bienes sus precios se mantienen en valores moderados, aun cuando el turismo que se aloja en sus hoteles es, por término medio, el de mayor poder adquisitivo. En los extremos, según los datos de este muestreo, se sitúan Cádiz y Málaga como las provincia más caras y Huelva y Almería como las más baratas. En algunos casos el precio de los productos entre uno y otro extremo puede mostrar una variación de más del 100%, caso de la mantequilla, aunque las diferencias interprovinciales no son marcadas. Las diferencias de escala entre los supermercados y las grandes superficies hace que estos últimos sean claramente más competitivos en los precios. Los mayores volúmenes de compraventa permiten a los hipermercados ofrecer productos más baratos. Esa tendencia general se ha trasladado ahora a la costa. El gran impacto de la temporada alta y la mayor extensión de ésta -ya hay altos niveles de ocupación de junio a septiembre- han alentado a los propietarios de las grandes cadenas a realizar fuertes inversiones, a pesar del fuerte descenso del consumo en invierno. Los supermercados del litoral, perdida, al menos hasta ahora, la batalla del precio, ofrecen su cercanía y una atención más personalizada para retener a los clientes. Aunque el alza constante en el número de visitantes -un 17% más en este mes de junio que en el mismo periodo del año pasado-, garantiza por ahora la convivencia. En todo caso, la presión turística amenaza con disparar los precios, no sólo en la hostelería. En el pasado mes, el índice de precios al consumo en el sector de la alimentación creció un 0,3%.

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