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Viaje al centro del cuerpo

Nadie sabe cómo se llamaba ni que delito purgó con su pena de muerte. Pero todos reconocen que su decisión de donar el cuerpo a la ciencia traerá aparejados grandes avances para la investigación y la docencia. En base al cadáver de un hombre ajusticiado en Estados Unidos hace tres años, cortado literalmente a rebanadas de un milímetro e informatizado, la empresa malagueña Vesalio ha elaborado diversos atlas que permiten explorar la anatomía humana desde un ordenador. La sociedad -especializada en software médico e instalada en el Parque Tecnológico de Andalucía- adquirió los derechos para utilizar el material a la Biblioteca Nacional de Medicina de EEUU, institución responsable del proyecto. El cadáver virtual fue traído a Málaga a través de Internet. El proceso llevó varios días, pero mucho más tardarán los informáticos en estudiar los 1.870 cortes en que fue diseccionado el donante. La empresa ya ha vendido los primeros atlas. Es el viaje que Verne jamás imaginó. Un camino que lleva al centro del cuerpo, que no de la Tierra. El contrato firmado con la Biblioteca Nacional obliga a Vesalio a comercializar este material solo con fines científicos o docentes y siempre a precios razonables. De hecho, sus clientes son investigadores, especialistas, profesores y estudiantes de Medicina. El CD-Rom sobre la rodilla, ya concluido, cuesta unas 7.000 pesetas y el del cerebro que aún no está acabado valdrá en torno a 14.000 pesetas. El gerente de la empresa, Antonio García Linares, no se hace demasiados cuestionamientos morales: "El 95% de los que compran este material son médicos. Tienen completo derecho a tener una herramienta de este tipo. Están acostumbrados a trabajar con cadáveres reales y una transcripción por ordenador no supone problemas éticos. Parece asqueroso, pero es un proyecto precioso. Es el sueño de navegar por el cuerpo humano hecho realidad, la posibilidad de viajar por el cuerpo sin abrirlo". Disponer de la materia prima informática para confeccionar los atlas le ha supuesto a Vesalio una inversión superior al millón de pesetas. Hace dos años, cuando acometió la iniciativa fue la primera empresa en España en sumarse al proyecto. Hoy hay una docena de equipos trabajando en el llamado Visible Human Proyect. Ahora Vesalio acaba de adquirir los derechos para utilizar un segundo cadáver virtual, el de una mujer que donó su cuerpo y que también fue seccionada, aunque a intervalos todavía más pequeños. A 0,33 milímetros. ¿Y para qué sirve un material que a ojos de cualquier mortal resulta harto macabro? García Linares enumera las ventajas. Un cadáver virtual puede diseccionarse ilimitadamente porque no se deteriora, puede utilizarse para simular accidentes, para desarrollar nuevas técnicas exploratorias o para ensayar procedimientos quirúrgicos. "La informática abre a la medicina infinidad de posibilidades. La única limitación es la capacidad del hombre para diseñar. Hay que estrujar la relación entre ambas y sacarle partido en beneficio de la investigación y, por lo tanto, de la calidad asistencial", argumenta. Vesalio trabaja en esta iniciativa desde hace casi dos años, poco tiempo después de que comenzara su andadura en el PTA malagueño. Es una empresa especializada en software para investigación y docencia, pero en su campo no entra la gestión sanitaria. Por el volumen de información que contienen, los atlas no han podido ser editados en disquetes, sino que han tenido que condensarse en CD-Roms.

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