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FRANCIA 98

Trámite de propina

Holanda y Croacia se enfrentan esta noche por el tercer puesto

Santiago Segurola

Holanda abandonó su dorado refugio de Roquebrune, en la Costa Azul, para cumplir un trámite doloroso. Jugará por la consolación frente a Croacia, un equipo feliz tras haber alcanzado una meta imprevista antes de la Copa del Mundo. Holanda, no. Después de su glorioso torneo, hay una sensación de amargura entre los jugadores y el técnico Guus Hiddink. El partido de hoy, en el Parque de los Príncipes, les viene a recordar lo cerca que han estado del éxito. No parecen las mejores condiciones para afrontar este encuentro de propina.París y el fútbol deberían rendir homenaje a la selección que más ha hecho por salirse de la última rutina del fútbol. Su eliminación frente a Brasil tuvo un carácter heroico: sin sus tres laterales, sin el concurso del gran Overmars, Holanda comprometió a Brasil hasta extremos insospechados. Jugó con entereza y con estilo, se entregó hasta el límite de la voluntad y del talento de sus jugadores. Nada se puede reprochar a un equipo que no ha cicateado ni un gramo del fútbol. No se pueden extraer lecturas laterales por la victoria de Brasil en la tanda de penaltis. Simplemente sus jugadores los tiraron mejor.

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Pero en cuestiones de fútbol, Holanda fue mejor que Brasil, aunque eso nunca significará la victoria frente a una selección que tiene una decena de maneras de ganar, casi todas inalcazables para el resto de sus rivales.

Si Holanda se mete en este partido de mala gana, Croacia, por el contrario, llega con cierto entusiasmo. Nadie confiaba en su suerte durante el torneo, pero los croatas tuvieron un día formidable ante Alemania y convirtieron la semifinal con Francia en un partido más enredado de lo previsto. Desde el punto de vista psicológico, llegan mejor preparados que los holandeses, aunque el encuentro no admita lecturas demasiado profundas. Será un duelo intrascendente, puede que amable y necesario para celebrar la lección que ha ofrecido Holanda, un pequeño país que ha ofrecido un fútbol inusual, por intrépido, en estos tiempos. Y la gente lo ha entendido. Todo el mundo ha sido un poco holandés en Francia 98.

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