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El PSPV de Benidorm pide al PP que despida a Maruja Sánchez para "certificar" el pacto contra los tránsfugas

J. Ernesto Ayala-Dip

El pacto alcanzado en Madrid por todos los partidos para acabar con los tránsfugas en los ayuntamientos españoles, llevó ayer al PSPV a pedir al alcalde de Benidorm, del PP, el despido de Maruja Sánchez, contratada de confianza en el Consistorio de Benidorm desde que cesó como edil en 1995. Sánchez protagonizó en 1991 uno de los más escandalosos casos de transfuguismo político, al abandonar las siglas socialistas por las que resultó elegida para aliarse con el PP y favorecer una moción de censura que desalojó del poder al alcalde socialista Manuel Catalán y sentó en el primer sillón municipal al cabeza de lista del PP, Eduardo Zaplana, hoy presidente de la Generalitat. En un escrito cargado de intención, el secretario general del PSPV local y portavoz del grupo municipal, José María Pajín, señala que el acuerdo nacional contra los tránsfugas "tiene un especial significado" para Benidorm por aquel acontecimiento, que se convirtió en noticia de ámbito nacional tras la rocambolesca huída de la ciudad de la concejal tránsfuga, que no apareció hasta el día en que se votó la censura. "Un espectáculo bochornoso", escribe Pajín. El PSPV pide al PP que certifique ese acuerdo nacional, de forma que se superen "los efectos perversos de este fenómeno y dar un paso fundamental que regenere y revitalice el comportamiento ético de la vida política" en Benidorm. La fórmula propuesta por los socialistas consiste en no prorrogar los "favores" a quienes, "tanto principal como secundariamente", se han beneficiado con una práctica que ahora se reconoce en el PP como profundamente antidemocrática. La propuesta concreta de José María Pajín es despedir a Maruja Sánchez de su puesto como contratada de confianza del Ayuntamiento, así como de todo el personal que, al abrigo de la moción de censura, "medró y aún sigue haciéndolo". En Benidorm es conocido que al menos media docena de contratados municipales lo son por su vinculación a Maruja Sánchez, mientras su marido, Pedro Martínez, trabaja como persona de confianza para la Diputación.

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