La campaña de la Junta "Verano y salud" intenta frenar la avalancha de intoxicaciones alimentarias

Más del 40% de las intoxicaciones veraniegas ocurren en el ámbito familiar; esto quiere decir, según el jefe del Servicio de Salud de la Delegación de Sanidad de Sevilla, que "hay que incidir más en la educación sanitaria de la familia para, luego, en verano, prevenir y evitar los problemas". Por otra parte, las intoxicaciones alimentarias representan un 68% de las que se producen en la época estival. Para evitarlas, la campaña Verano y Salud puesta en marcha por la Junta incidirá especialmente en el control sobre la manipulación y ingestión de alimentos.

El verano siempre es propicio para "coger lo que uno no quiere", comentan los responsables sanitarios cuando llegan estas fechas. El aumento de temperatura, la movilidad de la gente, los cambios de domicilio, el descontrol en los horarios, la ingestión de alimentos sin comprobar su procedencia, son algunas de las causas que hacen que, en la época estival, aumenten las intoxicaciones, y, en general, los problemas de salud de la población. Ayer, en la presentación de la campaña Verano y Salud, el jefe del Servicio de Salud de la Delegación Provincial de Sanidad de Sevilla, Emilio Moreno, señaló que "todavía hoy es en el entorno familiar donde más problemas sanitarios se generan en verano; más, incluso, que en los lugares públicos como playas o restaurantes". En concreto, más del 40% de las intoxicaciones veraniegas se producen en el ámbito doméstico; precisamente, las toxiinfecciones alimentarias suponen el 68% de todos los problemas de salud que se dan en el veranos. Moreno recomienda para evitar esta "avalancha" de enfermedades veraniegas mantener en lo posible los hábitos del invierno, ya sean alimentarios, o de vida en general. "Que no se nos olvide", recuerda el jefe del Servicio de Salud, "que en estas fechas tenemos más tendencia a abusar de todo y a dejarnos llevar". Por eso recalca una y otra vez "lo importante que es la educación y que las personas tomen conciencia de su salud." El objetivo es educar a la gente e informarla sobre lo qué come, cómo lo come, sobre las formas de tomar el sol, y "otros aspectos". "Porque si no descuidásemos estos asuntos nos evitaríamos un sinfín de problemas". Aunque ya se han hecho otras campañas en años precedentes, ésta es la segunda a "gran escala". En ella se recogen 84 objetivos y 134 estrategias de actuación. Para este año, los responsables de cuidar de la salud de los andaluces en verano han previsto hacer un mayor seguimiento y un mayor control de los lugares públicos de reunión como restaurantes y bares, así como mejorar las comunicaciones de la red de vigilancia establecida en toda Andalucía. Les preocupa el medio ambiente y la actitud que sobre él puedan tener los ciudadanos. Intensificar la información y el control alimentario son, también, objetivos prioritarios de esta campaña. Alertas en agosto El año pasado los servicios de vigilancia sanitaria del SAS atendieron 106 alertas en agosto; una por cada 70.000 habitantes. Para este año esperan que el porcentaje disminuya. También se inspeccionaron el año pasado 197 playas, de las que se tomaron, cada 15 días, 314 muestras con más de 12.000 pruebas analíticas. En todos los casos el resultado del análisis fue satisfactorio. Este dato es muy importante para Moreno "pues no hay que olvidar que Andalucía recibe 12 millones de turistas al año y la mayoría de ellos van a la playa". Además, en la campaña Verano y salud se hacen recomendaciones para que la gente no beba agua que no sea potable, para que evite romper la cadena del frío de los alimentos, para que tenga cuidado con las mayonesas, para que los jóvenes se controlen con el alcohol, para evitar las quemaduras solares o las insolaciones, para que se tomen medidas contra la deshidratación, las diarreas, o contra las picaduras de mosquitos; para que la gente practique el sexo seguro y para que se evite la automedicación.