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La plantilla de la CNN arremete contra su estrella Peter Arnett

El director general ofrece su dimisión tras el caso del gas sarín

El director general de la CNN, Tom Johnson, ha presentado dos veces su dimisión al fundador de la cadena, Ted Turner, con motivo del reportaje sobre la utilización del gas nervioso contra desertores de Vietnam del que la cadena se retractó. Turner rechazó esa dimisión. El caso ha creado enorme malestar entre la plantilla, que ha cargado contra Peter Arnett, el reportero estrella que condujo el reportaje.

Johnson informó a sus colegas de sus dos dimisiones durante una reunión con su equipo el pasado lunes. El director general también contó a sus colaboradores su cambio de posición sobre las posibles sanciones a Peter Arnett, el corresponsal ganador de un Pulitzer. Johnson afirmó que estuvo a punto de despedir a Arnett, pero finalmente sólo le amonestó, en parte debido al valor que demostró al informar desde Bagdad durante la Guerra del Golfo. Arnett asistió a una segunda reunión, en la que alegó que no había "contribuido con una sola coma" a la historia. Arnett afirmó que había participado en la reputación de la CNN y no estaba dispuesto a tirar la suya "a la basura".Según el reportero, cuando habló del tema con April Oliver y Jack Smith, los productores de la CNN despedidos por el reportaje, éstos le mostraron varios cientos de páginas de documentación. Al participar en dos entrevistas clave, Arnett planteó preguntas tomadas de varias páginas preparadas por Oliver, que fue quien escribió el artículo correspondiente para el Time, al que se añadió su nombre por "razones de mercadotecnia".

Johnson informó a sus colaboradores que Richard Davis, que ahora supervisa los programas de entrevistas de la CNN en Washington, había sido nombrado vicepresidente ejecutivo de normas y criterios de actuación, cargo creado como consecuencia de la retractación del polémico reportaje. La intensidad del descontento en la cadena ha quedado reflejada por las críticas, mucho más personalizadas de lo habitual, que varios miembros de la plantilla de la CNN han hecho directamente a sus jefes.

Iras de la plantilla

Gran parte de las iras de la plantilla también tuvieron como destinatario a Arnett. Andrea Koppel, corresponsal diplomático de la CNN, cuestionó la naturaleza del trabajo de Arnett, afirmaron participantes en la reunión. Algunos productores cuestionaron cómo podrían confiar en los reportajes de Arnett en el futuro.Días antes de que se emitiera el trabajo, Jamie McIntyre, corresponsal de la CNN para el Pentágono, escribió un informe que ponía en tela de juicio varios puntos débiles del reportaje, en particular las informaciones del almirante retirado Thomas Moorer, de 86 años, que se presentó como fuente que confirmaba la historia pero jamás afirmó tener conocimiento de primera mano de que se utilizara gas sarín.

La CNN recibió inmediatas presiones de mandos militares tras emitir el reportaje. Johnson acudió al antiguo secretario de Estado, Henry Kissinger, y al general retirado Colin Powell, que le dijeron que debía desmentirlo."El reportaje fue recibido con considerable antipatía por la comunidad militar de EE UU", aseguró Floyd Abrams, abogado especialista en medios de comunicación que, en un informe para la CNN, afirmó que la noticia ni estaba probada ni era justa.

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