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Japón presenta un plan que prevé la intervención estatal de los bancos insolventes

El Gobierno de Japón presentó ayer su plan para solucionar la crisis de los créditos incobrables de la banca. El Estado examinará los créditos morosos e intervendrá aquellos bancos cuya solvencia no alcance los estándares internacionales. Estos bancos tendrán tres destinos posibles: el saneamiento, la fusión o la nacionalización. Pese al anuncio del plan, el yen cayó a más de 140 por dólar debido a los indicios de que habrá retrasos en la aplicación de los recortes de impuestos, otra de las medidas que se exigen a Japón para reactivar su economía.

El primer ministro Ryutaro Hashimoto finalmente consiguió el apoyo y la respuesta casi inmediata de su partido, el Demócrata Liberal (PDL), para poner en marcha el plan que el Grupo de los Siete y China venían pidiendo a Japón desde hace tres meses y que durante la última reunión en Tokio, el pasado 20 de junio, exigieron sin más dilación a cambio de su respaldo al yen.Hashimoto y el PDL se proponen preparar todas las revisiones legales necesarias para que el plan sea debatido a finales de este mes, después de las elecciones parciales para renovar la mitad del Senado, previstas para el próximo día 12.

En la primera de las dos fases del programa, el Estado intervendrá las entidades que la nueva Agencia de Supervisión Bancaria (ASB) declare insolventes, convirtiéndolas temporalmente en públicas bajo la dirección de gestores y contables nombrados por el Gobierno para reemplazar a los directivos privados. Los funcionarios designados se ocuparán de la gestión de saneamiento, venta o fusión del banco. El sistema de fusión forzosa que aplicará la ASB japonesa es similar al que aplica la Comisión de Supervisión Financiera (CSF) de Corea del Sur, que ya ha ordenado la liquidación de cinco bancos comerciales insolventes.

Billones irrecuperables

La cartera de créditos morosos de los bancos japoneses, tanto los irrecuperables como aquellos que se considere que están en vías de serlo, pasará al control del Banco de Recaudación y Liquidación (BRL). El Ministerio de Finanzas japonés calcula que, de los 625 billones de yenes (687 billones de pesetas) que los 146 bancos del país tienen en créditos concedidos, están en peligro de declararse irrecuperables 65,3 billones de yenes (71,8 billones de pesetas), el doble de lo que la propia banca reconoce. En el caso de los 19 mayores bancos de Japón, la ASB se ha fijado un plazo no superior a dos meses para determinar el montante de sus créditos morosos."El plan reducirá el número de bancos japoneses, sólo quedarán los más fuertes, pero no sabremos cuál es su eficacia real hasta por lo menos mediados de 1999", explica Kazuri Komatsubara, economista jefe del Banco Sumitomo.

Los bancos intervenidos por el Estado tendrán un plazo de dos a cinco años para sanear sus balances y lograr soluciones permanentes a sus problemas de liquidez. Durante este periodo, los funcionarios públicos encargados de la dirección del banco podrán seguir concediendo préstamos a los clientes solventes y recibir depósitos privados.

Si al cabo de este tiempo no se logra el saneamiento del banco ni se encuentra un comprador para que se produzca la absorción o fusión, el Gobierno japonés prevé una segunda fase en la que otro organismo público, el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), los nacionalizará a través de un conglomerado de empresas estatales.

El FGD cuenta con un fondo de 13 billones de yenes (14,3 billones de pesetas) para financiar el traspaso de los bancos liquidados al conglomerado estatal. "Los 13 billones de yenes son parte de un fondo de garantía de 30 billones de yenes (33 billones de pesetas) que el Gobierno de Hashimoto aprobó a principios de año.

Este fondo de garantía es, hasta hoy, el mayor aprobado en el mundo. El Estado ya ha utilizado 2 billones de yenes (2,2 billones de pesetas) de los 13 billones para mantener la liquidez de algunos bancos", explica Komatsubara.

Los otros 17 billones de yenes (18,7 billones de pesetas) son para garantizar los depósitos de los particulares. Estos fondos los administra la Corporación Aseguradora de Depósitos, una institución respaldada por el Gobierno.

Pese a la confirmación del esperado plan de saneamiento, el yen se depreció ayer y cotizaba en torno a 141 por dólar. La caída de la divisa japonesa se produjo después de que Kazuo Aichi, miembro del PDL, dijera en televisión que no hay nada claro respecto al plan gubernamental para recortar los impuestos como medida para incentivar el consumo.

La declaración coincidió con el anuncio, por parte de la Agencia de Coordinación Económica japonesa, de que el gasto de los hogares había descendido un 0,6% en mayo pasado respecto al mismo mes de 1997. El descenso es el séptimo mensual consecutivo.

[El Banco Mundial aprobó ayer un préstamo de 1.000 millones de dólares a Indonesia -150.000 millones de pesetas- para paliar los efectos de la crisis económica.]

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