El colectivo gitano es el que despierta más rechazo social, según SOS Racismo
Los gitanos, seguidos de los inmigrantes magrebíes, son el colectivo que más discriminación sufre y mayor rechazo despierta entre la sociedad española, según asegura el informe anual correspondiente a 1997 de la organización SOS Racismo, presentado ayer en Barcelona. La ONG advierte que el racismo no disminuye en España, sino que va en aumento y se refuerza en su vertiente cotidiana, más encubierta y sutil pero no menos peligrosa que la manifestación más brutal de la xenofobia: la de las agresiones físicas. SOS Racismo ha analizado 300 casos aparecidos en los medios de comunicación o denunciados en las oficinas que la entidad tiene repartidas entre las comunidades autónomas. Un 20% de las denuncias se han recogido en Cataluña. Núria Vives, portavoz de SOS Racismo en Cataluña, indicó que no puede concluirse que en Cataluña haya más racismo que en otras comunidades. "Nosotros atribuimos el elevado número de casos denunciados en Cataluña a que posee un tejido asociativo más fuerte que otras comunidades, por lo que hay mayor conciencia social de la necesidad de denunciar los casos de racismo", afirmó Núria Vives. También se han contabilizado numerosas denuncias en Andalucía, así como en Ceuta y Melilla. Ello es debido, según SOS Racismo, a la "fuerza con que se vive en estas zonas la impermeabilización de las fronteras". Según SOS Racismo, 1997 se ha caracterizado por un endurecimiento de los controles fronterizos para impedir la entrada de inmigrantes. Según la ONG, esta medida es innecesaria -los niveles de inmigración en España se sitúan en el 1,6%, muy por debajo de los de otros países europeos- y vulnera derechos fundamentales, como el de asilo. Pero además, advierte SOS Racismo, esta impermeabilización de las fronteras tiene consecuencias tan brutales como la muerte de 200 magrebíes ahogados en 1997 cuando intentaban cruzar el Estrecho en rudimentarias pateras, o la expansión de las redes de tráfico de inmigrantes, destapadas precisamente el año pasado, a raíz del accidente de Campmany, donde murieron 11 magrebíes escondidos en condiciones infrahumanas entre la carga de un camión que los conducía a Francia. SOS Racismo reclama medidas para acabar con la elevada concentración de alumnos magrebíes o gitanos en determinadas escuelas públicas. La ONG también alerta de las dificultades de los inmigrantes, especialmente los que no tienen regularizada su situación, para acceder a servicios básicos como son la sanidad, la vivienda o un puesto de trabajo.
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