"La curiosidad es una herramienta indispensable en la literatura"

Periodista tenía que ser. Marta Rivera de la Cruz, una lucense de 28 años que trabaja como free lance, verá pronto publicada su novela Que veinte años no es nada con la que el pasado sábado obtuvo el III Premio de Novela Ateneo Joven de Sevilla, dotado con dos millones de pesetas. Residente en Madrid, donde se licenció en Ciencias de la Información, Marta Rivera compagina su actividad periodística para una productora de televisión y una agencia de comunicación con la literatura: en 1996 quedó finalista del Premio de Novela Corta Joven & Brillante. Pregunta. ¿Cuál es el argumento de Que veinte años no es nada? Respuesta. Es una historia de amor entre una mujer joven y un hombre de mucha más edad. De ahí el nombre de la novela, que es el fragmento de un tango titulado Volver. En torno a esa historia se vertebra la de otros personajes en una capital de provincias imaginaria, Ribanova, que se parece mucho a Lugo. P. ¿Qué opina de la nueva generación de jóvenes escritores? R. En general, creo que la literatura española goza de buena salud. Ahí están autores sólidos como Luis Landero, Julio Llamazares, Juan José Millás o Muñoz Molina. En cuanto a la nueva narrativa, tras unos años en los que se puso de moda el realismo sucio, ha aparecido una serie de autores jóvenes que han creado su propio estilo, como Belén Gopegui, y el gran narrador de nuestra generación y de las próximas décadas que es Juan Manuel de Prada. P. Parafraseando el título de la novela: ¿20 años no son nada para escribir? R. La literatura es un problema de experiencia. Alguien dijo una vez que no se puede escribir una buena novela antes de los 40 años. No estoy de acuerdo. Es cierto que la experiencia de la vida ayuda, y eso viene con los años. Pero la juventud puede proporcionar una forma más auténtica de ver las cosas. Creo que dentro de 20 años escribiré mejor, pero quizás pierda en frescura e inocencia. P. Muchos novelistas vienen del mundo del periodismo. ¿Qué tienen en común? R. El periodista tiene que ver más allá de la realidad de las cosas, no puede quedarse en la superficie, tiene que escarbar para descubrir lo que hay detrás. El escritor también. En periodismo hay poco tiempo para asimilar datos y eso agudiza el sentido de la observación. La curiosidad es una herramienta indispensable para ambos. El periodismo es una cantera de escritores, para mí ha sido una escuela. Aunque no creo eso de que todo periodista es un escritor frustrado. P. ¿Cuáles son sus proyectos? R. Tengo preparado un libro de entrevistas con lucenses ilustres, a medias con mi padre, que también es periodista, y además estoy trabajando en tres novelas cortas con un nexo común.