Disminuyen los aspirantes a soldado profesional pese a la campaña publicitaria de Defensa

La macrocampaña publicitaria que, por un coste total de 1.600 millones de pesetas, se puso en marcha el pasado día 11 no ha conseguido incrementar el número de aspirantes a soldado y marinero profesional. Ayer, último día de presentación de candidatos para cada una de las 6.056 plazas de la segunda convocatoria de este año, Defensa confiaba en llegar a las 14.000 solicitudes, que podrían incrementarse hasta 16.000 con las que se tramitan por correo. Serían, en todo caso, casi un 15% menos de las 18.523 registradas en la convocatoria, sin publicidad, de marzo.

La impresión optimista que transmitió el pasado miércoles en el Congreso el ministro de Defensa, Eduardo Serra, no la han confirmado los hechos. "Aunque sea pronto para dar un resultado definitivo, el incremento de solicitudes de esta convocatoria sobre la anterior, como consecuencia de las acciones publicitarias, es del 28%", dijo Serra al diputado popular Arsenio Fernández de Mesa.Hasta el pasado día 29 el número de solicitudes registradas ascendía a 9.500 y ayer, último día de plazo para presentarlas, se esperaba llegar a las 14.000. Contando con las que se tramitan por correo y no pueden contabilizarse hasta pasados unos días, las estimaciones de Defensa apuntan a las 16.000. Una cifra muy inferior a las 18.523 de la primera convocatoria, que se cerró el pasado 30 de marzo.

Tras la sorpresa inicial, fuentes de Defensa minimizan la importancia de este descenso alegando que la segunda convocatoria, próxima al verano, es tradicionalmente la menos exitosa y que los 16.000 candidatos estarían, de confirmarse, por encima de los 11.755 que hubo en el mismo mes de 1997.

Aun así, el efecto práctico de la mayor campaña publicitaria realizada nunca por el Ministerio de Defensa quedaría seriamente cuestionado. Las encuestas que se han hecho entre los soldados profesionales demuestran que son muy pocos los que se han alistado como consecuencia de la publicidad.

Un análisis de la cifra de aspirantes de los últimos años evidencia que se mantiene inalterable, con variaciones muy pequeñas. Las solicitudes presentadas este año son muy similares a las que se produjeron en 1994, con la diferencia de que entonces se ofertaban 10.560 plazas y ahora se espera llegar hasta las 18.000, contando con la convocatoria de septiembre.

El resultado es que el número de candidatos por plaza se ha reducido desde los seis como media a los 2,7 de marzo pasado, en perjuicio de la calidad.Aunque sea rebajando el nivel de exigencia, no debería haber problemas para cubrir este año 12.500 plazas de nueva creación y 5.000 para reponer bajas. El problema de plantea con vistas a 1999. Si la situación no cambia sustancialmente, será muy difícil cubrir las 22.000 plazas (17.000 nuevas y 5.000 de reposición) que deben ofertarse durante el año próximo para cumplir el objetivo de profesionalizar totalmente las Fuerzas Armadas españolas en diciembre del año 2002.