Rasgos de equipo grande
Concesión inesperada. Reconocerse superior es el primer paso para empezar a ganar. Holanda tiene facultades para sentirse así, pero ayer recibió un inestable impulso del adversario, que se defendió solamente. Sorprendió que un equipo como Yugoslavia, con los futbolistas que tiene y los momentos de fútbol que ha dejado, tomara esta decisión. Y además, este Mundial se ha encargado de desaconsejar posturas como la suya.Signo de calidad. Hay sectores del campo donde pedir y perderla equivale a sufrir peligro en el arco propio. No hacerlo implica que el balón pase por alto el medio campo. Los equipos se vuelven importantes cuando asumen el riesgo y conservan la pelota. Y cuando si se la quitan reaccionan todos, no sólo el equivocado, para corregir el error. Otro rasgo de las escuadras de estatura es la asistencia colectiva al que pide el esférico y enfrenta el problema. Holanda tiene sello de equipo grande.
Overmars y Bergkamp. Uno es instantáneo y otro cerebral. Son diferentes, pero unidos por un hilo conductor: que cuando el defensor decide que no quiere sufrir más el suplicio del uno contra uno y les anticipa es cuando la piden a la espalda de quien le marca. Y que cuando el defensor percibe lo arriesgado de dejarles recibir así y protege su espalda es cuando la piden al pie y destruyen con el regate.
El gol de Bergkamp. La conquista del gol suele llevar implícito un error defensivo, cuya proporción con respecto al acierto atacante varía. Pero en esta caso pasaron demasiadas cosas: defensa en línea que permite la recepción del rival a su espalda, centro del área vacío, cierre tardío del lateral, infrecuente pérdida del zaguero en el forcejeo con el delantero, remate frágil que vence la mano del portero... Todo lo querible que es Holanda como equipo no alcanzó para atribuir este gol al acierto.
Extraña Yugoslavia. Fue un grupo de buenos jugadores donde cada uno se observó aislado e incapaz de vincularse con el resto a través de la pelota. Resultó extraño que no reconociesen el balón como su elemento unificador.
Gran Holanda. Sus pasajes de buen fútbol están entre lo mejor del Mundial. Tras cuatro partidos hay que reconocerle algo incuestionable: conoce casi todos los caminos para llegar al gol. Y en una disciplina tan diversa y amplia como esa búsqueda el casi tiene un valor inmenso.
Atributos imprescindibles. Con dominar los gestos técnicos no alcanza. Hoy no se triunfa sin manejar también los tiempos del partido y las posiciones en el campo, sin carácter y determinación para asumir un rol protagónico, ni sin la personalidad para hacer propio lo que se ha merecido. Tal vez en otros tiempos del profesionalismo esos atributos no fueran tan esenciales para alcanzar el éxito, pero hoy resultan indispensables.
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