Con la cara lavada
Un museo debe ser un espacio para el diálogo. El visitante debe poder entablar una conversación silenciosa con la obra que está observando, y las esculturas y pinturas han de estar dispuestas de modo que el flujo de sensaciones entre ellas también sea posible. Bajo estas premisas acometió el museólogo Pablo Rico la remodelación del Museo de Arte Moderno La Asegurada de Alicante, un centro virtualmente abandonado durante años donde las piezas de la colección de arte contemporáneo que el escultor y pintor alicantino Eusebio Sempere donó al Ayuntamiento se amontonaban sin orden ni concierto. El concejal de Cultura, Pedro Romero, encargó a Rico la elaboración de un informe sobre el estado de La Asegurada, además de un proyecto de remodelación. La valoración de Rico fue profundamente negativa: "Parece más bien la trastienda de un negocio de antigüedades que un espacio cultural y artístico contemporáneo, repleto de un batiburrillo insostenible de obras magníficas, pero deficientemente presentadas e instaladas". Frente a esta acumulación "contraria a las orientaciones museográficas al uso", según aquel demoledor informe, Rico propuso una ronda de exposiciones temporales. La pinacoteca municipal está compuesta por cerca de 800 obras firmadas por algunos de los nombres más reseñables del arte moderno. Dado que el museo -el único edificio público del siglo XVI de la ciudad- no posee una gran capacidad, Rico optó por aprovechar el espacio disponible para evitar que una excesiva cantidad de obras impidiera ese diálogo con el arte que considera fundamental. El renovado museo abrió sus puertas el pasado viernes, tras dos meses de obras que han costado casi 50 millones de pesetas. Un sistema de vídeovigilancia de circuito cerrado, una iluminación más adecuada y la utilización de paneles de pladur, que permiten jugar con el espacio sin afectar a las paredes del edificio a la vez que aislar las obras de la humedad, son las principales mejoras. Fiel a su objetivo, Rico ha programado para los cuatro primeros meses de la nueva Asegurada la primera de las tres exposiciones temporales. Mientras el resto de obras permanece en la sala Manuel Baeza, la casa de la calle de Villavieja acoge Geometrías, una muestra de arte abstracto geométrico que reúne esculturas, pinturas, grabados y móviles de Eusebio Sempere, Eduardo Chillida, Soledad Sevilla y Juan Gris, entre otros. Un total de 51 piezas de 32 autores conforman esta primera exposición, a la que seguirán Otras abstracciones y Figuraciones. Sempere, sin cuya donación el museo no habría sido posible, es homenajeado por partida doble. Una pequeña exposición temporal de 41 de sus obras se aloja en el tercer piso y, cuando el visitante sube por las escaleras, se encuentra con una gigantesca fotografía en color del artista de Onil, retratado por Luis Pérez Mínguez. Ahora, a La Asegurada sólo le resta crecer. El plan de rehabilitación del casco histórico de Alicante prevé la ampliación del centro en el edificio contiguo por unos 1.300 millones, con la conexión de las dos alas del museo y accesos para minusválidos.
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