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El aumento del consumo de agua en L"Horta se ha moderado en los noventa

Las cifras alarmantes que auguraban un crecimiento brutal del consumo de agua potable en el área metropolitana de Valencia en los noventa se han convertido en una ficción anecdótica. La modernización de la red, el control de fugas y el reducido aumento de población han provocado un crecimiento moderado del consumo que garantiza el abastecimiento, al menos, para el próximo decenio.

El consumo de agua potable en el área metropolitana sufrió un incremento muy preocupante en 1991, al pasar de un gasto anual de 75 a 82 hectómetros cúbicos (3,5 metros cúbicos por segundo), según las cifras del área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Valencia. Las previsiones que se hicieron en esa época no eran nada esperanzadoras. Pronosticaban que el consumo subiría en 1992 hasta los 4,5 metros cúbicos por segundo, a 6 en 1998 y a 10,5 (11,88 en el peor de los casos) de cara al 2010. Ante estos augurios tan pesimistas, los estudios del Ayuntamiento de Valencia contemplaban la necesidad de ampliar la capacidad de las plantas potabilizadoras de Picassent y Manises, para que pudieran tratar 5,3 metros cúbicos en 1992, ocho en 1997 y 10 en el 2002. Aparte de solicitar a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) que ampliase el caudal concedido para abastecimiento humano hasta los 12 metros cúbicos por segundo para el primer decenio del siglo XXI. La realidad ha sido bien distinta. Los preocupantes 82 hectómetros cúbicos que facturaron los contadores en 1991 se redujeron el año siguiente a 75, el mismo nivel de 1990. Los técnicos municipales explican que ese año se pusieron en marcha los modernos sistemas de detección de fugas en las conducciones, que permitieron reducir las pérdidas. En 1993 volvió a aumentar el gasto hasta 78 hectómetros, pero las medidas de ahorro que se impusieron en la época de sequía permitieron el descenso a 75 hectómetros en 1994 y 74 en 1995. En los últimos años se ha producido un ligero repunte de las cifras (76 hectómetros en 1996 y 79 en 1997) que los técnicos atribuyen a la incorporación de nuevos municipios a la red metropolitana. 200 litros por habitante De cualquier forma, los técnicos se felicitan de que el consumo actual (79 hectómetros) sea inferior al de 1992 (82). También presumen de que Valencia tiene un consumo "bajo" pues "gasta menos de 200 litros por habitante y día, cuando lo normal en ciudades mayores de 250.000 habitantes es consumir unos 400 litros". Según las cifras de Aguas de Valencia, la ciudad ha reducido un 2,8% su consumo de agua entre 1996 y 1997 (de 45,2 a 43,9 millones de metros cúbicos). En cambio, en el mismo periodo se ha producido un aumento del 13% en los pueblos de L"Horta (de 19,8 a 22,5 millones de metros cúbicos). La empresa explica que la ciudad ha perdido habitantes mientras el extrarradio cuenta con nuevos barrios, urbanizaciones, polígonos industriales, jardines, piscinas... Pese a todo, los técnicos creen que el abastecimiento está garantizado para los próximos años porque se consumen 3,2 metros cúbicos por segundo, cuando la CHJ tiene asignado un caudal de 7,5 para consumo humano en L"Horta.

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