La dimisión de Vázquez coge por sorpresa a la cúpula del PSG

Los dirigentes del socialismo gallego trataban ayer de digerir la sorpresa de la dimisión de su secretario general, Francisco Vázquez. Éste anunció la noche del sábado, tras ganar las primarias por aplastante mayoría, que se dedicará en exclusiva a tratar de renovar su mandato en la alcaldía de A Coruña. Ni la ejecutiva del PSG ni la federal tenían conocimiento de los planes de Vázquez, cuya renuncia agrega aún más confusión a un partido a la deriva, como reconocen sus propios dirigentes.

En medio de la perplejidad general, nadie se ha atrevido aún a postularse como candidato a asumir el liderazgo del partido en el congreso extraordinario que se convocará previsiblemente para los primeros días de octubre. Sólo el ex alcalde de Vigo, Carlos Príncipe, que repetirá como candidato municipal tras ganar el sábado las primarias, se apresuró a excluirse de la pugna.Entre los dirigentes del PSG se repetían ayer los nombres de tres posibles sucesores: el vicesecretario general, Miguel Cortizo; el ex presidente de la Xunta Fernando González Laxe y el portavoz socialista en el Parlamento gallego, Emilio Pérez Touriño. Los tres mantienen buenas relaciones con el alcalde coruñés, y en el caso de Pérez Touriño, también con José Borrell, de quien fue secretario de Infraestructuras Terrestres cuando el ahora candidato a la presidencia del Gobierno ocupaba el Ministerio de Obras Públicas. Los críticos más radicales rechazan los tres nombres por considerarlos excesivamente vinculados a Vázquez. La oposición interna no descarta reclamar que se posponga el congreso, a fin de que el nuevo secretario general se elija en unas primarias.

Vázquez ha acabado atendiendo las voces de quienes, desde la debacle de las elecciones autonómicas del pasado octubre, le aconsejaban alejarse del avispero del PSG para no comprometer sus aspiraciones de renovar la mayoría absoluta en el Ayuntamiento de A Coruña. En las últimas semanas, Vázquez acentuó su habitual discurso localista, que despierta animadversión en amplios sectores del partido. Pero su decisión final la mantuvo en un sigilo absoluto. Hasta la tarde del sábado no convocó a un reducido grupo de dirigentes, entre los que estaban Cortizo y Pérez Touriño, para comunicarles que iba a dimitir. Luego dio la noticia al secretario de Organización del PSOE, Cipriá Císcar, quien ayer mostró su comprensión por las razones de Vázquez.

Los sectores más críticos, que trataron de desalojar al secretario general tras el descalabro en las autonómicas, repudiaron agriamente el modo que ha escogido para irse. "No quiso asumir responsabilidades tras las autonómicas y ahora busca el momento que le resulta más rentable para sacar provecho electoral", declaró el secretario de la agrupación de Santiago, Ceferino Díaz.