La derrota de los famosos
Funcionó en casi todas partes la fuerza de las distintas direcciones socialistas. Y candidatos que, en teoría, no tenían el respaldo oficial, pero que en realidad contaban con él, terminaron por arrollar a oponentes sin el manto protector del aparato. Sin embargo, en algunos casos saltó la sorpresa -al menos para quienes son ajenos a la vida de los partidos-, dado que aspirantes de sonoro nombre en la vida política fueron derrotados en su noche triste por otros desconocidos para la inmensa mayoría de los ciudadanos.Es el caso de Antoni Asunción, el que fuera fugaz ministro del Interior, o Clementina Ródenas, que en el pasado había tomado la vara de alcaldesa en Valencia. Ambos fueron derrotados en sus aspiraciones a presidir la Generalitat por Joan Romero, secretario general de los socialistas valencianos. Son la demostración de que no siempre el brillo de un cargo público es suficiente para arañar los votos de los militantes.
Y otro nombre conocido en la derrota, el de José Rodríguez de la Borbolla, ex presidente de la Junta de Andalucía. Un médico de 41 años, Alfredo Sánchez Monteseirín, con largos años de militancia socialista, le vencía como candidato a recobrar para el PSOE la alcaldía sevillana. Otro ex presidente autonómico veía en la noche del sábado cómo se esfumaba su intento para ganar la vara de regidor en Madrid. En este caso el nombre de Fernando Morán era tan popular como el de su oponente Joaquín Leguina. A Eduardo Martín Toval tampoco le ha ayudado ganarse durante tres años el conocimiento de sus paisanos como concejal y portavoz de los socialistas en Ayuntamiento de Málaga y martillo de la alcaldesa del PP, Celia Villalobos. Francisco Oliva, diputado autonómico, ha logrado más apoyos que el que fuera portavoz en el Congreso de los Diputados durante dos legislaturas.
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